El vino, a la espera de la (r)evolución digital

Interesante charla alrededor de una copa de vino la que mantuvieron este miércoles en Monvínic dos emprendedores digitales, el danés Teis Sondergaard, creador de la exitosa 'apps' Vivino, y el catalán Marius Robles, cofundador de la aceleradora de 'start-up' relacionadas con la alimentación Reimagine Food.

Interesante porque su visión choca con las inercias ancestrales de un mundo, el de la enología, al que le cuesta modernizarse, desde las bodegas hasta los sumilleres. Pero ambos lo ven claro; tarde o temprano, internet transformará la manera de consumir vino. Quizá será una evolución más que una revolución, pero casi toda la tecnología está preparada para ello.

«Con una 'apps' como la nuestra, la gente tiene más información a mano porque hace una foto de la botella o de la carta y tiene todos los datos y comentarios de otros usuarios. Eso aporta más transparencia al consumidor y quita poder a bodegas, tiendas y restaurantes, que ya no pueden imponer su criterio», explica Sondergaard, convencido de que un panorama «confuso» como el del vino se aclara con iniciativas como la suya.

CARTAS AL GUSTO DEL CLIENTE Y REPARTO CON DRONES

Con el tiempo, asegura Robles, será posible que, al entrar en un restaurante, los dispositivos móviles del usuario (el teléfono, el reloj, quizá una chaqueta inteligente) se conecten con la base de datos del local y un programa identifique los gustos que tiene según lo que haya ido explicando en redes sociales y 'apps' gastronómicas. De esta manera, la carta de vinos (y también la de platos) se podrá adaptar a los gustos del comensal, que podrá elegir entre aquellas botellas que realmente le van a gustar.

El comercio electrónico también mejorará, sobre todo en el caso de los vinos, incómodos de transportar (lo que ahuyenta a los clientes particulares), gracias a un reparto más eficiente en el que se usarán drones. «Y todo eso -aseguran al alimón- hará crecer la cultura del vino».