PROPUESTAS FRESCAS

Terrazas con sello Michelin

Los cocineros ofrecen platos ligeros y divertidos en espacios al aire libre

Martín Berasategui se zampa una hamburguesa en Alaire, terraza del Condes de Barcelona, ante Carlos Fernández, chef ejecutivo del hotel.

Martín Berasategui se zampa una hamburguesa en Alaire, terraza del Condes de Barcelona, ante Carlos Fernández, chef ejecutivo del hotel.

FERRAN IMEDIO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una vez los chefs de prestigio entraron por la puerta de los hoteles, ya nadie los ha sacado de ahí. El primero, el que abrió la veda y mostró el camino a pesar de que nadie creía en su proyecto fue Fermí Puig y su recordadísimo Drolma, en el primer piso del Majestic. Desde entonces, hace más de una década, los cocineros con estrella Michelin son los profesionales más deseados por el tirón que tienen, tanto para el cliente que se aloja en estos establecimientos como para el que no duerme allí. Es una forma de ganar imagen y exprimir el negocio. Parecía que el recorrido acababa en los restaurantes de autor, pero aún quedaba una veta: las terrazas.

Porque los supercocineros con estrella se acercan un poco más al cielo colonizando los terrados con su talento, aunque hay excepciones como la de Mey Hofmann, que ocupa la del teatro Espai Brossa-La Seca (Flassaders, 40), donde sirve comida sencilla y ligera en el edificio del siglo XV que durante siglos acogió la Real Fábrica de la Moneda de la Corona de Aragón. «Parece la Toscana. Es tan tranquilo...», describe la cocinera, que de martes a sábados, hasta finales de octubre, propone una carta «divertida y muy de terraza»: cocas, croquetas, lasaña, ensaladas, postres como el cruasán planchado relleno de helado de vainilla, gintónics...

NANDU JUBANY Y ÁNGEL LEÓN / Los últimos en llegar han sido Nandu Jubany y Ángel León. El primero ofrece su cocina en Dolce Vitae, en lo más alto del Hotel Majestic (paseo de Gràcia, 68-70), donde ya triunfa con el brunch dominical abierto a todos los públicos y El Bar del lobby. Tras el éxito del año pasado, el de Calldetenes ha dado «una vuelta más» a la carta, que sigue siendo «entretenida, con cosas de picar, para compartir», como el tartar de vieira con lima y sésamo negro, el bufet de ensaladas César (de bogavante, de gamba de la Barceloneta, de tataki atún y trufa de verano), las cigalas salteadas, los petit fours salados, los cócteles con hielo seco...

También en el paseo de Gràcia (en el número 38-40), el chef del mar ha atracado en el Mandarin Oriental con dos propuestas para sendas terrazas. En Jardín Mimosa (de 13.00 a 23.00 horas) elabora tapas y platillos clásicos, como salpicón de pulpo, gildas, jamón, pimientos del piquillo confitados con ajo y aromáticos, salmorejo asado, atún de almadraba macerado en vinagre de Jerez y ajo negro, acompañados de sangrías, vinos y cócteles; en lo alto del hotel, en el Terrat (de las 18.00 hasta más allá de la medianoche), sirve cocina nikkei (japoperuana) y platos mexicanos, con una carta de cócteles en la línea de Banker's Bank.

Martín Berasategui, que dirige la oferta gastronómica de todo el Condes de Barcelona (paseo de Gràcia 73), sirve en Alaire tapas clásicas (patatas bravas, ensaladillas, calamares a la andaluza...), pizzas, ensaladas y bocadillos (hamburguesas, thai burger, perritos calientes neoyorquinos y mexicanos, pepitos de ternera). Los miércoles hacen barbacoas y los jueves por la noche maridan tapas con champán Moët & Chandon. Loidi, otro de los restaurantes del grupo, que también tiene el Lasarte, con dos estrellas Michelin, tiene terraza en la calle de Mallorca, 248-250, donde sirve tapas.

Cerca de ahí, en la terraza del Hotel Omm (Rosselló, 265), buena parte de la oferta gastronómica lleva la firma de los hermanos Roca, ya que ofrece una selección de platos del Roca Bar, que ocupa parte del lobby junto con el Moo (una estrella Michelin) y helados del Rocambolesc (la heladería de Jordi Roca), además de una barra de sushi de El Japonés, que, como el hotel, pertenece al Grupo Tragaluz.

Fuera del Eixample, Sergi Arola fue uno de los primeros en descubrirse en el Hotel Arts. En el Poblenou, los gemelos Sergio y Javier Torres tienen una terraza impresionante en el Dos Cielos, en el piso 24º del Hotel Me. En invierno, usan la terraza, con vistas sobre Diagonal Mar, para que el cliente disfrute de un cóctel o fume antes y después de la comida, pero cuando se acerca julio ponen mesas donde se sirve el mismo menú que dentro, eso sí, en un ambiente más propio para una terraza nocturna, con velas, música e iluminación nocturna.

Dado que el cuerpo pide terraceo y la temporada de terrazas ya ha comenzado, el Gremi d'Hotels de la ciudad inauguró ayer la quinta edición de Semana de las Terrazas de los Hoteles de Barcelona, que hasta el 14 de junio tendrá como reclamos propuestas de toda clase y condición: culturales, de ocio, musicales, gastronómicas, familiares y lúdicas.