Una Semana de la Moda de París de altos vuelos

Y el séptimo día creó el planeta rojo. Nicolas Ghesquière ha dado vida en el soberbio edificio de la Fundación Louis Vuitton a una mujer urbana y futurista de acentos biónicos en busca de nuevos territorios interiores, transportándolas en un juego de roles con la imaginación como único límite. Tejidos naturales (seda, lino, cuero o pitón) en cazadora, plástico en vestidos y destellos de metal plateado en faldas, clausurando en París una semana de moda de altos vuelos.

Como la propuesta de Karl Lagerfeld para Chanel bajo la cúpula transparente del Grand Palais transmutada en aeropuerto. Allí han aparecido las mejores versiones del traje pantalón, aerodinámico, sin bolsillos ni botones, en tweed, en blanco y negro… fieles a un código universalmente chic de elementos clásicos y una pizca de invención para lanzar Chanel Airlines, una línea estética todo espectáculo que el azar ha hecho coincidir con la trifulca de Air France y sus descamisados directivos huyendo de un intento de linchamientoChanel Airlines.

En el caso de Valentino, el dúo formado por Pier Paolo Piccioli y Maria Grazia Chiuri ha orientado su colección primavera-verano 2016 hacia el universo africano. Sueños tribales teñidos de sofisticación. Vestidos de cuero con incisiones, composiciones con plumas, encajes y perlas de inspiración masái. Arte primitivo para una mujer tótem.

La noticia de la semana ha sido el nombramiento del alemán Demna Gvasalia, de 34 años, como nuevo director artístico de Balenciaga para tomar el relevo del norteamericano Alexander Wang. Gvasalia, que ha trabajado para Margiela y Louis Vuitton, presentará su primera colección en el desfile de prêt-à-porter otoño-invierno 2016-2017.

Entre las celebridades, esta semana se han dejado ver Lewis Hamilton, Maria Sharapova y la cantante Vanessa Paradis y su hija de 16 años, Lily-Rose Depp, nuevo rostro de Chanel.