Silencio en el panteón y algarabía en casa

Hay momentos para el recogimiento y momentos para la diversión. Eso es al menos lo que debieron pensar las infantas Elena y Cristina que aprovecharon un viaje a Grecia para asistir a un homenaje por el 50ª aniversario de la muerte de su abuelo, el rey Pablo, para sumarse a la moda del 'selfie' y hacerse un foto con sus primos griegos.

La imagen ha sido difundida este jueves por Marie Chantal Miller, esposa de Pablo de Grecia, a través de su cuenta de InstagramInstagram, y a la vista de algunos de los comentarios que ha generado no parece que su publicación haya sido muy oportuna: "Mira Cris, qué contenta", "la imputada", "¡Que viva la monarquía, que viva la reina!", son algunas de las anotaciones que se leen en la red. Otro se queja de que no parece muy serio que, tras asistir a un acto tan solemne, se dediquen a reírse delante de las cámaras.

Todos los primos

En la instantánea, tomada por Miller, aparecen todos los primos de forma desenfadada, riendo con el hijo mayor de esta, Constantinos, en el centro de la escena, tumbado. Aunque la sorprendente imagen no es la única que colgó la nuera de Constantino. En otra se ve a las dos infantas junto a Alexia de Grecia y Miller, y se lee el comentario: "Mis dos españolas favoritas y una griega". 

Además de divertirse, los primos asistieron en Tatoi a la ceremonia religiosa en recuerdo del padre de la reina Sofía. Allí, una vez más quedó claro el distanciamiento entre el príncipe Felipe y la duquesa de Palmapríncipe Felipeduquesa de Palma debido a los problemas judiciales de su marido, Iñaki Urdangarin, cuyo último capítulo ha sido la imputación de la infanta, que tuvo que declarar ante el juez.

Sin posar desde junio

Los hermanos no habían posado juntos desde junio, cuando coincidieron en el Palacio Real, en la misa del centenario del nacimiento de Juan de Borbón. Desde que los duques de Palma fueron apartados de la agenda oficial, Felipe ha evitado la foto pública con su hermana.

Descendientes directos

Pero la cita de ayer era inevitable. El escenario fue el cementerio del palacio de Tatoi, la que fuera residencia de verano de los reyes griegos y donde están enterrados los padres de la reina Sofía. Allí se celebró un responso ortodoxo al que asistieron todos los descendientes directos del rey Pablo. Estuvieron presentes los miembros de la familia real española y de la griega: Irene, Constantino y su mujer, Ana María. Estos últimos fueron con sus hijos, Nicolás, Alexia, Teodora, Philippos y Pablo, que acudió con su esposa, Marie Chantal Miller.

En las imágenes del acto emitidas en televisión se vio que el acontecimiento estuvo cargado de emoción y que algunos presentes como Sofía, Constantino, Irene y la reina Ana María de Grecia no pudieron evitar las lágrimas. Posiblemente, en esos momentos, a Constantino se le vino a la memoria la noche de 1973, cuando tuvo que abandonar Atenas camino del exilio forzado por su apoyo a la dictadura de los coroneles.

Al acabar la ceremonia, los familiares colocaron unas coronas de laurel con unas cintas dedicatorias. En la de la infanta Cristina se podía leer: "De los duques de Palma. Juan, Pablo, Miguel e Irene [sus hijos]".