RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL

Michelin se enamora de Barcelona

La guía gastronómica da una estrella a cuatro restaurantes de la capital, que suma 20 locales con su distinción

FERRAN IMEDIO / Barcelona

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La guía Michelin de este año se ha enamorado de Barcelona y ha decidido iluminarla con sus estrellas, dándole la categoría de capital gastronómica que merece con la concesión de cuatro nuevas condecoraciones a otros tantos establecimientos. Así, entran en el firmamento de la biblia francesa con una estrella el Dos Cielos, de los gemelos Sergio y Javier Torres, en la planta 24 del Hotel Me; el Moments, de Raül Balam Ruscalleda, en el flamante Mandarin Oriental; el Caelis, de Romain Fornell, en el renovado ¿tras dos años de reformas¿ Palace, y el Hisop, de Oriol Ivern, que dejará atrás su época como bistronómic.

Solo en la capital catalana, hay 19 locales con una estrella y uno, el Lasarte, con dos. A ellos se suma este año, en el área metropolitana, el Capritx, de Artur Martínez (Terrassa). Entre los triunfadores destacados sobresalen dos nuevos biestrellados catalanes. Paco Pérez, por el Miramar de Llançà (ahora suma tres, ya que tiene otra por La Enoteca del Hotel Arts), y Ramon Freixa, cuyo salto a Madrid le dio tal impulso que el año pasado logró la primera estrella y ayer le fue adjudicada la segunda. Ambos se estrenan en un grupo restringido al que han accedido en esta edición Dani García (Calima, en Marbella) y Eneko Atxa (Azurmendi, en Larrabetzu).

Los triestrellados, igual

El panorama de los grandes, los triestrellados, no ha variado. Será el último año en que Ferran Adrià aparezca en la guía; luego, cerrará El Bulli durante dos años para convertirlo en una fundación. Los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca (El Celler de Can Roca) mantienen el estatus que tantos años les fue negado. Carme Ruscalleda (Sant Pau) era tan feliz por la estrella lograda por su hijo que por seguir siendo, un año más, la reina de la guía. También siguen Santi Santamaria (Can Fabes) y los vascos Juan Mari Arzak (Arzak), Pedro Subijana (Akelare) y Martín Berasategui (Lasarte).

Este último tiene una especial habilidad para seducir a los inspectores de la guía, pues suma siete condecoraciones: tres por el Lasarte de su pueblo natal, dos por el restaurante homónimo de Barcelona, cuyo día a día lleva Antonio Sáez en los bajos del Hotel Condes de Barcelona, una por el M.B. (Hotel Abama, Tenerife) y otra más, la de ayer, por el Santo (Hotel Eme Catedral de Sevilla).

La alegría de Freixa quedó empañada por la pérdida de la distinción del restaurante de sus padres, Freixa Tradició (Barcelona), donde se formó. El local de Josep Maria y Dori Freixa se une al Hispània (Arenys de Mar), El Cingle (Vacarisses) y Tàpies (La Seu d¿Urgell). El Àbac pasa de dos a una estrella; paga el traumático relevo de Xavier Pellicer por Jordi Cruz (al menos, él mantiene una por L¿Angle, en Sant Fruitós de Bages), y deja al Lasarte como único biestrellado de la capital catalana.