Una modelo con cáncer de mama exhibe las secuelas de su tratamiento

Durante los últimos 20 años, Mieko Rye se había volcado en su carrera como modelo profesional. Su impactante belleza ha sido su mejor carta de presentación para triunfar bajo los focos y en las pasarelas.

Pero la vida le dio un terrible vuelco al ser diagnosticada de un cáncer de pecho en estadio 3 (el peor es el 4). Tras aprender a convivir con la enfermedad y a enfrentarse al fuerte impacto de ver su nueva apariencia física como la pérdida del cabello, la maniquí se levantó una mañana con el propósito de compartir su historia con el mundo en su cuenta de Facebook y así ayudar a otras mujeres que están pasando por el mismo calvario.

Mieko Rye no se rinde ni se compadece en su particular lucha. Su mensaje demuestra que esta enfermedad solamente transforma el físico, "pero la esencia, la parte más importante de cada persona, sigue íntegra", expresa en sus redes sociales.

COMPARATIVA IMPACTANTE

Por ello, la modelo, de 41 años, ha publicado una sesión de fotos en su perfil de Facebook donde compara imágenes antiguas con las que muestran su actual estado. Entre ellas, aparece una en la que posa con larga melena y un cuerpo escultural en biquini. Una comparativa impactante.

"Me proponía cepillarme los dientes sin dedicarle un segundo a mirarme. No quería perder tiempo en eso porque no era bonito. Ya es difícil sentirlo, pero peor es verlo", ha confesado Rye a 'ABC News'.

Con el paso de los meses, la modelo aceptó que no era tan malo. Pero lo más difícil, según dice, es acostumbrarse a su nueva apariencia. "Cuando sueño, todavía me imagino con el pelo, las cejas y las pestañas. Todavía sueño cómo era antes de la quimioterapia".

RECONSTRUCCIÓN DESDE DENTRO HACIA FUERA

Sus fotos y sus comentarios revelan la lucha de una mujer que ha plantado cara a la enfermedad. "El cáncer implica una destrucción. Sin embargo, también me ha dado la oportunidad de reconstruirme desde dentro hacia fuera. He intentado sacar lo que no era necesario y que, honestamente, ha impedido mi crecimiento", apunta la modelo, que vive en Seattle.

“Estar vivo es esencialmente estar sola, y estoy de acuerdo con eso… Porque me encanta y disfruto de la mujer en que me he convertido. Así que cuando digo que estoy sola, quiero decir que estoy libre de un hombre, de una carrera, del papel, o el título al que me aferré en el pasado para definirme. Mi felicidad no depende del amor, la confianza, la lealtad o la aprobación de otro", concluye.

Rye se está preparando ahora para una doble mastectomía. Tomó la decisión pensando en su hijo de siete años. "Soy una madre soltera y solo estoy yo con mi hijo. No quería volver a pasar por esto otra vez. No quería que mi hijo vuelva a pasar por esto otra vez".