EVA BURNIOL. PROFESORA DE PRIMARIA

«Ser voluntario no es un acto heroico»

Eva Burniol, en el comedor social Reina de la Paz.

Eva Burniol, en el comedor social Reina de la Paz. / ELISENDA PONS

2
Se lee en minutos

«Ser voluntario no es un acto heroico». Eva Burniol colabora desde el pasado septiembre como voluntaria en el comedor social Reina de la Paz de las Hermanas de Teresa de Calcuta, en pleno corazón de Ciutat Vella (plaza de Sant Agustí, 2). No es novata en el tema,  desde hace años es voluntaria esporádica en algunos casals d'avis, en El Cotolengo, en el Terral (un centro de actividades del Raval)... No, tal vez no sea un acto heroico, pero sí es una opción. Eva, por ejemplo, tiene el tiempo en su contra: es profesora de primaria y está haciendo un máster de Dietética (clases por la tarde; prácticas por la mañana). Su fórmula es dedicar un sábado cada 15 días al voluntariado. Ese sábado por la noche se cita con otros jóvenes voluntarios en la calle del Hospital, cerca del comedor social, y se distribuyen en tres o cuatro coches para repartir por las calles de Barcelona cenas que previamente han elaborado otros voluntarios. «Hay tres rutas, una por Ciutat Vella, otra por Sants y otra por la zona de la estación de França y del Paral·lel», explica.

«Solo es renunciar a un tiempo que igual emplearías en sentarte a mirar la tele para invertirlo en apoyar y ayudar a personas que lo necesitan de verdad», explica. Una necesidad en aumento, como indica el informe de Cáritas, pero que parece que pase inadvertida. Eva no era consciente de la situación por la que pasa mucha gente hasta que lo vio con sus propios ojos en una de sus salidas nocturnas: una cola infinita en la estación del Nord y una sonrisa de agradecimiento en cada rostro por la comida que recibían.

«Por supuesto que da pereza salir a la calle con frío y lluvia, pero es gratificante». Eva es consciente de que su aportación no soluciona la situación de esas personas, pero es una manera de contribuir socialmente. Más allá de alimentos, explica, lo que ella reparte un par de sábados al mes es esperanza: «No hablamos solo de pobreza material, es pobreza social. Muchas personas están solas, necesitan hablar y ser escuchadas».

Noticias relacionadas

MÁS ALLÁ DE NAVIDAD/ Eva es de las que cree que la parte buena de esta crisis es que  cada vez más gente se ha dado cuenta de que «en la vida no solo vale lo material». Eso explicaría en parte el auge del voluntariado, dice.  Por eso, aplaude las campañas y acciones solidarias por Navidad, aunque avisa de que «no hay que limitarse a esta fecha, hay que seguir todo el año, invita.

La realidad está ahí fuera, alrededor nuestro, en la calle. «Solo cuando lo has visto con tus propios ojos te das cuenta de que muchas veces nos quejamos, y en realidad, lo tenemos todo», sentencia. Inma Santos Herrera.