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ICV solo se ofrece a pactar con CiU para cerrar el paso al PPC

Los ecosocialistas excluyen a Badalona de su estrategia de alianzas de izquierdas

El presidente de Plataforma per Catalunya, Josep Anglada, celebra sus resultados electorales, el domingo en la sede de su partido, en Vic.

El presidente de Plataforma per Catalunya, Josep Anglada, celebra sus resultados electorales, el domingo en la sede de su partido, en Vic.

JOSE RICO
BARCELONA

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La izquierda en general no tenía motivos ayer para estar contenta. Pero ICV-EUiA lo estaba. En el peor contexto y ante un veredicto electoral tan inapelable a favor de la derecha, los ecosocialistas han salvado los muebles. Sin embargo, el panorama municipal no deja espacio para demasiadas alegrías en la órbita progresista, de manera que la coalición se ha propuesto arañar, a través de pactos, cuantos más ayuntamientos mejor, a fin de convertirlos en trincheras frente al azote de los recortes. La norma es tan clara que hasta tiene una excepción que la confirma. Iniciativa apostará por tripartitos o bipartitos con el PSC, ERC u otras marcas de izquierda, y limitará sus pactos con CiU a casos de urgencia, por ejemplo, si sirven para desalojar al PPC.

Esta excepción está pensada para Badalona y Castelldefels, las dos poblaciones metropolitanas donde los populares han ganado las elecciones. Solo un pacto de tres entre el PSC, CiU e ICV-EUiA puede neutralizar que Xavier García Albiol se convierta en alcalde de Badalona, tras una campaña basada en denunciar los peligros de la inmigración y defender la expulsión de los que delincan.

«Intentaremos que esta derecha no entre a gobernar», afirmó el secretario general de ICV, Joan Herrera. El todavía alcalde de Badalona, el socialista Jordi Serra, también defiende el cordón sanitario contra el PPC, pero CiU se resiste a reeditar su pacto con el PSC (que le ha restado votos y un edil), pese a que huye de la idea de hacer alcalde a Albiol. Además, los ecosocialistas se decantarían, llegado el caso, por apoyos concretos desde la oposición para no aliarse con la sociovergencia. El mismo pacto tendría que reproducirse en Castelldefels para cerrar el paso al PPC.

En el resto del cinturón de Barcelona, los ecosocialistas quieren enterrar el hacha de guerra con el PSC y alumbrar acuerdos progresistas, en contra de las habituales zancadillas entre ambos en los núcleos más disputados. Los socialistas les han ofrecido firmar la paz, sobre la base de que se respete siempre la lista más votada. La dirección de Iniciativa acepta la condición, pero advierte de que reivindicará su influencia en los programas de gobierno para que los pactos no parezcan «meros cambios de cromos a cualquier precio».

POCO DESGASTE / ICV-EUiA ha sido la lista más votada en 23 municipios, entre ellos El Prat de Llobregat, Sant Feliu de Llobregat, Montornès del Vallès, Santa Perpètua de la Mogoda, Begues y Cubelles. Si se fraguan tripartitos con el PSC y ERC, podría gobernar, por ejemplo, en Cerdanyola del Vallès, Montcada i Reixac y Molins de Rei. Y es que los ecosocialistas han pagado menos el desgaste de la izquierda catalana e incluso han ganado 11.000 votos respecto a las autonómicas de noviembre.