Críticas al informe médico de P3 por empezar por los coles vulnerables

A las críticas de la federación de asociaciones de padres de alumnos de Catalunya (Fapac) y de sindicatos de maestros como CCOO por la decisión de la Generalitat de que las escuelas de alta complejidad sean las primeras en solicitar un informe pediátrico a los niños que se vayan a matricular en P3 se unieron ayer el portavoz de ICV-EUiA, Joan Herrera, y la diputada socialista Rocío Martínez-Sampere, que reclamaron la retirada de la medida por discriminatoria. «Con esta política pública, la Generalitat está generando un nuevo elemento de estigmatización hacia estos centros educativos y hacia las familias más vulnerables», lamentó Herrera, que pidió que, en todo caso, lo que tendría que hacer la Conselleria d'Ensenyament es aplicar la solicitud a todos los colegios.

En respuesta al diputado ecosocialista, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, recordó que el objetivo es generalizar la medida y extenderla a todos los centros educativos. De hecho, según precisó algo más tarde la consellera Irene Rigau, el departamento está dispuesto a revisar su primer anuncio y, de acuerdo con la Conselleria de Salut y la Sociedad catalana de Pediatría, «se estudiará si el informe puede pedirse ya este año con carácter general, para todos los alumnos», indicó.

«Cuanta más información de los niños» se disponga, «antes se podrá actuar» para detectar problemas de desarrollo, defendió la titular de Ensenyament, que insistió en que el informe es voluntario. «Si es un beneficio, empecemos a aplicarlo donde haya más necesidad, donde podemos estimular más», agregó.

10.000 ALUMNOS

La solicitud de un informe pediátrico para los alumnos que empiecen el próximo curso en las escuelas catalanas afectará, en principio (si es que finalmente no se amplía como señaló Rigau), a unos 10.000 niños de colegios situados en zonas desfavorecidas y de centros educativos rurales. También se incluyen en esta primera experiencia los colegios que forman parte del programa Salut Integral de la Fundació SHE, que tutela el cardiólogo Valentí Fuster.

La diputada Martínez-Sampere cuestionó, en su intervención parlamentaria, que se realicen solo a los niños matriculados en P3 y no se extienda también a primaria, ya que, según afirmó, «muchos trastornos de aprendizaje no se detectan hasta los 6 años».

El informe, cuyo contenido todavía no está definido, contendrá información sobre patologías que puedan afectar al desarrollo cognitivo del niño y sus datos psicomotores», adelantó Ferran Moraga-Llop, presidente de la Sociedad Catalana de Pediatría. El documento, «que será estrictamente confidencial», subrayó el facultativo, se entregará solamente a los padres de los alumnos para que estos lo presenten, si lo desean, junto con la documentación de matrícula de sus hijos.