La venta de coches viejos se dispara en España

Los mercados de automóviles nuevos y de ocasión acostumbran a responder como vasos comunicantes. La comprobación de ese principio general se acaba de confirmar nuevamente con el final del plan PIVE. El agotamiento de las ayudas del Gobierno complementadas por las marcas y los concesionarios para incentivar el achatarramiento de coches viejos y su sustitución por uno nuevo ha disparado el mercado de ocasión de los turismos de más antigüedad. 

Los automóviles de más de 10 años han tenido una amplia demanda en el mercado de ocasión español en los últimos años, como una alternativa barata durante la crisis para conseguir un vehículo propio. Por un precio que podía ir de 500 euros a 1.000 o 2.000 euros, una familia o un joven pueden disponer de un automóvil para utilizarlo como vehículo principal o como segundo coche para cubrir una necesidad de movilidad. 

COCHES 'LOW COST'

Sin embargo, una buena parte de esos vehículos de más de una década de antigüedad han ido directamente a los desguaces desde el 2012, cuando se puso en marcha el primer plan PIVE. Pero desde final de julio, cuando se agotaron los fondos del PIVE sin perspectivas a corto plazo de que haya una nueva prórroga de las subvenciones, el destino de las 'tartanas' del mercado del automóvil ha cambiado. Ahora es más fácil que tengan una segunda oportunidad y cambien de propietario aprovechando que la demanda de los coches usados 'low cost' sigue siendo elevada.

Las ventas de vehículos de ocasión ascendieron a 130.966 unidades en agosto, lo que supuso un incremento del 15,2% con respecto al mismo mes del 2015. Ese fuerte aumento se explica principalmente por el tirón del mercado de los coches de más de 10 años, que se dispararon un 23% y llegaron a acaparar casi seis de cada 10 de los vehículos usados comercializados en el mes pasado, según los datos de la Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove).

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El final del plan PIVE también ha hecho que muchos concesionarios se hayan quedado con coches viejos que los compradores de un vehículo nuevo entregan a cambio. Estos coches que hasta julio acaban en el desguace, ahora se venden. Los concesionarios y los establecimientos especializados aumentaron un 30% las ventas de automóviles de más de 10 años en agosto, según la Asociación de Vendedores Ganvam. 

VENTAS SIN GARANTÍA

Los puntos oficiales de venta intentan entrar en un territorio dominado tradicionalmente por las operaciones llevadas a cabo entre particulares, un canal que supone el 66% de las compras de turismos de segunda mano de más antigüedad. 

El incremento de las ventas de coches viejos tendrá consecuencias derivadas en el parque automovilístico. La Federación de Concesionarios (Faconauto) ha avisado de que repercutirá negativamente en la "nefasta estadística" de la edad media del parque automovilístico, situada ahora en 12 años, según dijo hace unos días Jaume Roura, presidente de la organización. La edad media de los coches de segunda mano que se comercializan es ahora de 10,6 años, con la perspectiva de que aumente en los próximos meses, según el sector.

"Muchos propietarios, en vez de achatarrar estos coches, los mantienen en circulación, lo que supone un riesgo para la seguridad vial", advierte Elías Iglesias, presidente de Ancove. Además, una buena parte de estas unidades más antiguas, casi 7 de cada 10, son comercializadas en el canal de venta de privados que en muchísimas ocasiones oculta a "falsos profesionales que se hacen pasar por particulares para no tener que pagar impuestos y hurtar a los compradores el derecho a la garantía que sí deben ofrecer los comerciantes legales de vehículos", ha añadido. 

El incremento de agosto contribuyó a que en los ocho primeros meses del año las ventas de vehículos de ocasión haya registrado un aumento del 7,9% con respecto al mismo periodo del ejercicio 2015, hasta 1,15 millones de unidades. En agosto se recuperó la senda alcista en las ventas del mercado de usados, tras el descenso del 2,4% en julio.