Vendedor de helicópteros

El Aeropuerto de Sabadell acoge desde ayer una de la últimas novedades del transporte aéreo, el helicóptero Cabri G2, que comercializa en exclusiva para toda España la empresa catalana Coptering. La máquina se ha fabricado a partir del análisis de las necesidades del mercado público y privado, y sus aplicaciones incluyen tanto el uso civil como militar.

Se trata de un helicóptero de menor envergadura que los de doble turbina y que cuenta con innovaciones que lo hacen más ligero, autónomo y respetuoso con el entorno que la mayoría de estas aeronaves. «Utiliza gasolina sin plomo y está certificado que es el que emite menos ruido del mercado gracias al rotor de cola y a que el tubo de escape está orientado hacia arriba para no molestar a la gente que está en tierra», señaló ayer el gerente de Coptering, Dani Carrillo, al presentar el aparato en Sabadell.

Él mismo fue el encargado de traer desde Marsella la primera unidad de este nuevo helicóptero que se ha posado en Sabadell, donde la compañía tiene su sede, comercializa su nueva estrella e imparte lecciones de vuelo. «Este es uno de los aeropuertos más destacados en cuanto a formación de España, ya que un gran número de pilotos que vuelan hoy en día en nuestro país salen de aquí», señala. A nivel didáctico, es un helicóptero muy similar a los grandes biturbina, de modo que un piloto que se familiarice con éste no tardará en adaptarse a uno de mayor envergadura.

Su tamaño más reducido lo hace más ligero y a la vez lo dota de más autonomía, en concreto de cinco horas y media frente a las tres y media que suele disponer un helicóptero mayor. Este salto cualitativo mejora la toma de fotos aéreas, las filmaciones o las labores de patrullaje. Por ello, además de utilizarse para formar pilotos también lo utilizan cuerpos militares y de policía de todo el mundo. «Si alguien se pierde por el bosque, se puede rastrear de manera mucho más fácil con este helicóptero que con uno de mayor o con un vehículo todoterreno», apunta Carrillo.

Distribución exclusiva

La empresa catalana tiene la exclusiva de su distribución en España. De momento ya tiene dos pedidos. Una de los puntos que facilitó el acuerdo fue el perfil profesional de Carrillo, que es economista y piloto profesional, lo que buscaba la firma productora, la francesa Guimbal.

«El productor recibe más encargos de los que produce, fabrica unas 30 unidades cada año y tiene unos 150 pedidos», apunta Carrillo, que destaca que cada unidad tiene un precio de 400.000 euros,