Rato declara que en Bankia no había ningún agujero

El expresidente del banco elude la protesta por las preferentes saliendo en un Seat Ibiza por el garaje de la Audiencia

MARGARITA BATALLAS / Madrid

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El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha eludido esta tarde a varios centenares de manifestantes que le esperaban al salir de su declaración en la Audiencia Nacional ante el juez Fernando Andreu para responder de su gestión al frente de la entidad. El banquero salió por el garaje dentro de un Seat Ibiza mientras varios centenares de afectados por las preferentes y por órdenes de desahucios protestaban ante las puertas del juzgado. El juez mantuvo a Rato como imputado y sin imponerle medidas cautelares.

En su declaración, Rato repitió prácticamente los mismos argumentos que durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, aunque este vez desveló que, poco antes de su dimisión, el Gobierno le pidió unos nuevos planes para la entidad, a pesar de que el anterior tenía el visto bueno del Banco de España. Ante los reiterados rechazos del Ministerio de Economía a sus planes, decidió presentar la dimisión ante la evidente pérdida de confianza. El exbanquero reiteró que los malos resultados de Bankia no eran el resultado de irregularidades, sino de la adecuación, con carácter retroactivo, de las nuevas exigencias del supervisor sobre el nivel exigido de provisiones, lo que provocó un ejercicio contable que hizo que los 308 millones de beneficios de las cuentas del 2011 publicadas en marzo se convirtiesen en unas pérdidas de cerca de 3.000 millones. Respecto a la salida a bolsa, Rato declaró que fue una operación correcta cuando se llevó a cabo y que las posteriores caídas de valor se debieron tanto al empeoramiento de la situación económica general, como a las noticias sobre las pérdidas de la entidad.

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