Poolbike: bicis acuáticas para hoteles y gimnasios

La pasión de Ferran Bosque siempre había sido el ciclismo. En el 2007, justo antes de la crisis, este emprendedor estaba trabajando en una compañía de productos para piscinas, cuando decidió seguir su intuición para crear una firma que unía conocimientos y pasión: <strong>Poolbike</strong>. Se trata de una empresa con base en Igualada (Anoia) que diseña, produce y comercializa máquinas de fitness (sobre todo bicis) para usar dentro de piscinas.

“Había estudiado el mercado y visto que aunque en otros países se intentaba hacer algo similar, la calidad del producto no era satisfactoria. Decidí emprender para crear productos de calidad enfocados principalmente a los gimnasios, aunque el paso de los años han sido los hoteles los que han tomado el relevo como mejores clientes”, explica Bosque a este diario.

El porqué de crear un producto así se resume, según este emprendedor, en los “múltiples beneficios” que tiene hacer 'poolbiking', es decir, usar una bici estática especial dentro del agua. “Pedalear o correr dentro del agua es mucho mejor que hacerlo fuera, pues la resistencia continua del agua nos ayuda a un mejor trabajo muscular, no de los huesos. Además, dentro del agua ambas extremidades siempre hacen el mismo esfuerzo, lo que evita lesiones”, agrega el emprendedor.

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Debido a los beneficios que dice que aporta el 'poolbiking', primero enfocó su producto a centros de rehabilitación y gimnasios. “Tuvo muy buena acogida, pero el número de centros es limitado en España y no había el boom que hay ahora”, explica. Por ello, vieron que su producto podía tener salida también en el segmento hotelero vacacional. “Es un muy buen producto para ofrecer a los clientes que están en resorts, y que buscan hacer ejercicio mientras disfrutan del agua y de las vistas”, señala. Cadenas como Iberostar, Meliá, Riu o Hyatt ya han incorporado sus productos en algunos de sus establecimientos.

La compañía cuenta en estos momentos con 13 modelos de productos en un producto comprendido por bicis y cintas acuáticas estáticas. “Todo el proceso de fabricación se hace en Catalunya. Son simples, robustas, cómodas, fáciles de utilizar y para todas las edades”, explica. En la compañía trabajan siete personas, y venden las bicis y cintas “con el sello de hecho en Barcelona, muy apreciado a nivel extranjero”. De hecho, desde un inicio vieron que su público objetivo era el foráneo: actualmente, el 95% de la facturación la hacen en otros estados, pues venden a más de 25 países, siendo Francia su principal mercado. “Creemos que el futuro de nuestra empresa pasa por Estados Unidos. Es por ello que hemos abierto una filial en EEUU para hacer crecer el mercado americano”, explica a este diario. Los motivos: cada vez hay más conciencia de que es bueno hacer deporte en EEUU, por lo que tienen muchas posibilidades de vender su producto.

Mientras expande sus mercados, Poolbike diseña nuevos productos. “Estamos trabajando en incorporar electrónica a las máquinas para poder cuantificar electrónicamente las calorías consumidas”, avanza. No es tarea fácil, pues la electrónica supone un reto cuando debe ir dentro del agua. “Cada vez estamos más monitorizados, e incorporarla a las bicis supone un reto en innovación”, agrega.

La empresa cerró el 2015 con una facturación de más de un millón de euros, tras vender más de 1.200 bicicletas.