RALENTIZACIÓN DE LA ECONOMÍA

El paciente francés

Bruselas exige a París un plan de reformas estructurales a cambio de una nueva prórroga en el cumplimiento del déficit público

El primer ministro de Francia, Manuel Valls, y el presidente Hollande.

El primer ministro de Francia, Manuel Valls, y el presidente Hollande.

EVA CANTÓN / PARÍS

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"Francia está enferma y no hay más remedio que hacer reformas". El diagnóstico es del nuevo ministro de Economía francés, el joven liberal Emmanuel Macron, y coincide con el que hacen en Bruselas. La segunda economía de la eurozona no saldrá de su actual estancamiento sin un ambicioso plan de reducción del gasto, un mayor control del desbocado déficit público y la eliminación de las barreras estructurales que pesan sobre su economía. A mediados de octubre Francia deberá presentar ante la Comisión Europea el proyecto de Presupuestos para el año 2015. Y dejar clara en la hoja de ruta que el objetivo es cumplir sus compromisos.

Déficit público

El talón de Aquiles de la economía francesa se llama déficit público y los planes del Gobierno de reducirlo al 3,8% este año se han quedado solo en buenas intenciones. En el 2014 llegará al 4,4% y solo bajará una décima en el 2015. En resumen, tardará dos años más en acercarse al objetivo del 3% marcado por Bruselas.

Por eso, la Comisión Europea solamente accederá a la prórroga que necesita el país para corregir su desequilibrio presupuestario a cambio de "reformas estructurales ambiciosas" para aumentar la capacidad de ajuste y estimular el crecimiento y el empleo. Debería también reducir el aumento previsto del gasto social a partir del 2015 y plantearse aumentar los recortes en salud, jubilaciones y ayudas a la vivienda.

Crecimiento

Francia solo crecerá un 0,4% en el 2014 y prevé un PIB para el 2015 del 1%. Unidos estos datos a una inflación que se espera del 0,5% para este año, el Gobierno francés tendrá dificultades para corregir su déficit si el país no crece. Bruselas vería bien una desregulación que eliminara obstáculos a la competencia en las profesiones más reglamentadas, asunto que tropieza siempre con el corporativismo de la sociedad francesa. Además, recomienda reformar un sistema fiscal complejo y escasamente eficaz desde el punto vista recaudatorio. Simplificar la política de innovación y fomentar los polos de competitividad también podrían ayudar a Francia a salir del estancamiento actual.

Mercado laboral

Para rebajar un tasa de paro del 10,3% que ha ido aumentando ligera pero constantemente en los últimos dos años, el presidente François Hollande propuso a las empresas unas rebajas fiscales de 41.000 millones a cambio de crear empleo. Los efectos del llamado Pacto de Responsabilidad son escasos y la contestación social amplia.

Bruselas cree que se debe seguir adelante con el pacto, rebajar los costes salariales, flexibilizar el mercado laboral y reformular los criterios para las prestaciones por desempleo para garantizar su viabilidad. También pide que las empresas que atraviesan por un periodo difícil tengan más fácil recurrir al despido.