Dinero en tierra de nadie

El escándalo y la investigación judicial que ha provocado el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid ha llevado a algunos de sus beneficiarios a intentar devolver el dinero que se gastaron (15,5 millones en total). Sin embargo, se han encontrado con que no está muy claro a quién deben dárselo.

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dependiente del Ministerio de Economía, ha abierto una cuenta en Bankia para que lo ingresen voluntariamente, pero muchos se niegan. «La cuenta del FROB es una trampa. Sería como reconocer que se ha provocado un perjuicio a las cuentas públicas, cuando lo que se hizo fue disponer de un dinero privado», apuntan fuentes cercanas.

La línea de defensa de Rodrigo Rato, por ejemplo, es que el gasto en las tarjetas formaba parte de su sueldo y que creía que se le descontaba del mismo y que la entidad pagaba los impuestos correspondientes. La fianza que le ha impuesto al juez hace que no tenga que depositar el dinero en la cuenta del FROB, pero su argumento es esgrimido por otros exconsejeros y exdirectivos. El fondo, añaden, no es una de las entidades que pueden considerarse perjudicadas con derecho a reclamar el dinero -Caja Madrid y Bankia- ya que solo es accionista de esta última.

Otra posibilidad sería depositar el dinero en la Audiencia Nacional. Pero al no estar imputados -solo lo están Rato, Miguel Blesa y Ildefonso Sanchéz Barcoj- algunos entienden que no deben hacerlo. En este sentido, los dos expresidentes, Rato y Blesa, «han asumido que les toca pagar por mi y por todos mis compañeros» con las fianzas.

Así las cosas, algunos han depositado ante notario un aval bancario por si el juez determina que deben devolverlo. Es el caso de Carmen Cafranga, expresidenta de la Fundación Caja Madrid.

La fundación, heredera de la obra social y el monte de piedad de la caja, ha rechazado reclamar el dinero amparándose en sus asesores legales y en contra del juicio de Bankia. También ha descartado devolver a este banco los 47.769 euros que asumió del gasto que hicieron 20 consejeros y directivos de Caja Madrid cuando ya eran dos entidades diferentes. La fundación sostiene que ha sido de mutuo acuerdo pero Bankia, que le había reclamado la cantidad, no lo confirma. El banco descarta exigir su reembolso a los beneficiarios por la apertura de la cuenta del FROB.