«Debemos reclamar ejemplaridad a nuestros dirigentes»

Antonio Garamendi (Getxo, 1958) proviene de una familia de empresarios, experto en el sector de la energía, ha sido consejero de Red Eléctrica. Pese a ser casi de la misma edad que Juan Rosell, se le presenta como el relevo generacional de la CEOE.

-¿Cuál es su modelo de patronal?-Todos los estamentos de la sociedad tenemos que hacer una revisión total y creo que en la CEOE es el momento. No soy oposición, no soy sector critico, pero sí soy alguien que cree que las cosas deben mejorar.

-¿En qué dirección?-La c de CEOE es de confederación, significa que las cosas van de abajo a arriba, no al revés. Debemos volver a capilarizar las decisiones. Si nos quedamos encerrados en una burbuja, empezamos a perder la referencia de la realidad. Todas las organizaciones deben participar mucho más, la transparencia debe ser tanto interna como externa. Hay decisiones que se han tomado sin conocimiento de los órganos de Gobierno.

-¿Es el portavoz de esas organizaciones que se sienten excluidas?-Sí. No se puede decir, 'yo hago y los demás no hacen'. Lo que hay que hacer es bucear abajo para que los demás cambien las cosas. Creo que las organizaciones pequeñas son enormemente dinámicas. El problema es la desafección con CEOE. Se preguntan: «¿y eso para qué vale?».

-¿Qué le parece el código ético?-En Confemetal y otras organizaciones sectoriales tenemos auditorías internas desde hace tiempo. Me parecen cosas básicas, no del otro mundo. El código en sí mismo está bien, pero debe aplicarse; si no, es más estético que ético. No tiene sentido que Arturo Fernández sea presidente de CEIM hasta justo después de las elecciones de la CEOE. Ha sido muy poco generoso y tendría que haberse ido hace ya tiempo.

-¿Y qué más se necesita?-Tenemos la obligación social de ser ejemplares. Además de una crisis económica, hay una de valores, y debemos reclamar ejemplaridad a nuestros dirigentes. Eso nos debe llevar a que tengamos más independencia y recuperar el prestigio y el protagonismo que hemos ido perdiendo.

-¿La independencia queda en entredicho cuando César Alierta da su apoyo publico a Rosell?-Creo que no debería haber sido un acto electoral lo que era un acto empresarial, pero respeto las opiniones del señor Alierta. En el acto había mucha gente que me apoya.

-¿Y cómo se recupera el protagonismo?-La realidad es que nos han salido varias organizaciones por ahí. La CEOE tiene que poner en valor la figura del empresario. Necesitamos más empresarios y apoyarles. Nos debemos volcar con los autónomos, los pequeños y medianos empresarios, que son los que están generando el 70% del empleo y que son los que al final van a solucionar el país. Debemos entrar en las universidades, provocar más lo que son áreas de creación de empresas, estar en colegios, potenciar muchísimo el área de Bruselas, para poder influir. Todas las decisiones vienen de allí y hay mucha gente que no lo tiene claro. Y no tener miedo a hablar.

-Se ha manifestado usted crítico con el silencio de la CEOE en el debate sobre el derecho a decidir en Catalunya...-Esta es una confederación cuya segunda palabra es 'española'. Creemos en la Constitución, en el Estado de derecho y en la unidad de España dentro de la Unión Europea con las distintas diversidades que existen porque nos puede hacer más potentes. Pero son los políticos lo que tienen que encuadrar todo eso. El líder de los empresarios no tiene que hacer política, pero decir que esto es España no es hacer política.