LA CRISIS GRIEGA

Cortafuegos ante la fogata griega

El BCE es el muro que disuade a los mercados de atacar y mantiene el contagio bajo control

Luis de Guindos y Mario Draghi, en mayo del 2012, en Bruselas.

Luis de Guindos y Mario Draghi, en mayo del 2012, en Bruselas.

ROSA MARÍA SÁNCHEZ / MADRID

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Nunca como ahora ha existido una probabilidad mayor de que Grecia salga del euro. Los cortafuegos levantados estos años, sin embargo, mantienen el contagio bajo control. El BCE es el muro que disuade a los mercados de atacar.

1. RIESGO DE CONTAGIO CONTENIDO

La posibilidad de una salida de Grecia del euro en el 2011 provocó un contagio que llevó al rescate de Irlanda y de Portugal y colocó a España al borde de ese precipicio en el 2012. Ahora, la probabilidad de una salida de Grecia del euro es mayor que nunca (el 50%, según Standard & Poor's) pero el contagio parece contenido. La diferencia es que  se han levantado cortafuegos en Europa que, al menos por ahora, mantienen el contagio a raya. En estos años, se ha consolidado el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE o ESM, por sus siglas en inglés), se ha puesto en marcha la Unión Bancaria y se han creado nuevas líneas de liquidez en el FMI. Además, las economías europeas más débiles han corregido desequilibrios y empresas y bancos han ido rompiendo sus lazos con Grecia. Pero el cortafuegos más eficaz lo ha levantado el propio Banco Central Europeo (BCE) y la convicción de que su presidente, Mario Draghi, usará todos los mecanismos a su alcance para preservar el euro. Los analistas están convencidos de que ahí está el secreto de que los países periféricos estén aguantando el actual temporal, pues los mercados perciben que un ataque como los del 2012 ahora sería inútil.

2. BCE: COMPRA MASIVA DE DEUDA PÚBLICA

El BCE puso en marcha en marzo un programa de compra masiva de deuda (Quantitative Easing, QE, en inglés), con el objetivo de alejar el riesgo de deflación. La compra mensual de 60.000 millones de deuda en los mercados secundarios (incluida deuda pública) ha permitido una intensa caída de las primas de riesgo en todos los países (en España llegó a situarse por debajo de los 100 puntos). El recrudecimiento de la crisis griega ha elevado las primas de riesgo (la española ha superado los 180 puntos, lejos en todo caso de los casi 650 puntos de julio del 2012), pero el movimiento se ha frenado (147 puntos el viernes). Los mercados están convencidos de que, si hace falta, Draghi aumentará la compra de deuda pública y la concentrará en los países periféricos para evitar dificultades financieras. Además, el BCE guarda un arma que aún no ha estrenado. Es otro programa de compra de deuda conocido como Operaciones Monetarias Simples (OMT, por sus siglas en inglés), que permite adquirir deuda en países con dificultades previamente sometidos a un programa de rescate.

3. MEDE: ARSENAL DE 500.000 MILLONES

El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) es el instrumento permanente de rescate con que se ha dotado la zona euro. Es la continuación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) que la UEM tuvo que improvisar a toda prisa en el 2010, cuando el primer fogonazo de la crisis griega sorprendió a las instituciones europeas sin un mecanismo de rescate. El FEEF se tuvo que endeudar en algo más de 200.000 millones para los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal.

El MEDE actual está operativo desde octubre del 2012, con un capital de 80.000 millones de euros desembolsado por los estados miembros que le concede una capacidad de endeudamiento por 500.000 millones para eventuales rescates de países con problemas (incluida la compra directa de deuda pública). Hasta el momento solo se han consumido unos 40.000 millones para el rescate bancario español y aproximadamente 10.000 para el programa de Chipre. El MEDE presta a largo plazo y bajo interés a los países a los que los mercados financieros exigen tipos desorbitados, todo ello a cambio de asumir un exhaustivo programa de ajustes y reformas.

4. UNIÓN BANCARIA: A SALVO EL RIESGO SOBERANO

La puesta en marcha de la Unión Bancaria, de nuevo con el soporte del BCE, es la clave para evitar que cualquier crisis bancaria se convierta en una crisis de deuda pública  del país afectado. Para ello se ha creado un Mecanismo Único de Resolución (MUR), que será dotado por todos los países con 55.000 millones en el plazo de ocho años y que será quien, en última instancia, se haga cargo en el futuro de los costes de un posible rescate o resolución de una entidad sometida a la supervisión del BCE que quiebre. Para ello, es esencial otra pieza: el Mecanismo Único de Supervisión (MUS), pilotado por el BCE, para velar por la solvencia de las entidades mayores de la eurozona (14 españolas).

Con la Unión Bancaria no debería repetirse la situación que llevó al rescate de la banca española, en junio del 2012. Entonces se percibía que la enorme cantidad de capitalización que iban a necesitar las entidades tendría que ser atendida por el Estado y los mercados reaccionaron con tales ataques a la deuda pública española que fue preciso pedir auxilio al MEDE. Ahora la necesidad de dinero público será atendida por el MUR, que actuará de cortafuego ante el Tesoro del país afectado.