Seguros sin sexo

Accidente 8 Los bomberos rescatan a los heridos en una colisión.

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AGUSTÍ SALA

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El seguro no puede ser ni masculino ni femenino. Sencillamente, carece de sexo. Al menos por lo que respecta a las primas y sus prestaciones. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) ha dictaminado que la diferenciación en precios y en prestaciones por razón de género no puede seguir y deberá desaparecer como máximo en diciembre del 2012.

Una directiva comunitaria determinó que los países podían establecer excepciones en la discriminación por razón de género basándose en criterios estadísticos y actuariales. Todo ello se iba a revisar en el 2012. Una demanda de una asociación belga de consumidores y de dos particulares de ese mismo Estado ante su Tribunal Constitucional lo ha precipitado todo al llegar al tribunal comunitario con sede en Luxemburgo.

Esta alta magistratura entiende que existía el riesgo de que en las regulaciones nacionales introducidas se pudiera perpetuar«indefinidamente la excepción a la igualdad de trato entre mujeres y hombres prevista en la directiva». Y eso va contra lo establecido por el tratado fundacional de la UE. Por ello ha optado por invalidarla con efectos del 21 de diciembre del 2012, la fecha establecida para revisar el sistema actual.

¿Consecuencias? En España, la dirección general de Seguros tendrá que establecer unas nuevas tablas actuariales y de riesgo«que sean unisex», destaca un portavoz de la patronal aseguradora Unespa.

«Las compañías individualizan las primas y tienen en consideración el sexo cuando este condiciona el riesgo. Y los consumidores quieren que se individualice la póliza al máximo, es decir, que lo que pagan se ajuste lo máximo posible a los riesgos que les cubren», aseguran en el sector. De hecho, no siempre se paga más por ser de un sexo u otro. También sucede lo contrario. Por ejemplo,«está comprobado estadísticamente que, en los primeros años de carnet, las mujeres son más prudentes y, por tanto, disfrutan de seguros más baratos», explica el portavoz de una compañía.

A su vez, las féminas pagan en términos generales menos en los seguros que cubren el riesgo de muerte, porque viven más años de media que los hombres; pero pagan más en los que aseguran una prestación por supervivencia, precisamente por el mismo motivo, es decir, que viven por más tiempo.

Fuentes del propio sector critican algunas prácticas muy extendidas, como las carencias que se aplican a las mujeres cuando estas suscriben un seguro de salud. Estos les suele dejar sin cobertura los primeros nueve o 10 meses, por si se quedan embarazadas.

El primer efecto de la decisión del alto tribunal comunitario será que subirán los precios de las primas en su conjunto. Unespa no quiere entrar en esa cuestión. Pero fuentes del sector así lo afirman. La medida afectará a todos los ramos que cubren riesgos personales, entre los que destacan los de salud o el seguro de vida.