María Valverde: "Me siento hambrienta de experiencias, lugares, personas"

La actriz debuta en la comedia de la mano de Dani Rovira con 'Ahora o nunca'. Acabada su relación con Mario Casas, vive en Londres convertida en aspirante a estrella internacional

JUAN FERNÁNDEZ

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El mayor riesgo de conocer el éxito a una edad demasiado temprana es que ese resplandor radicalmente fresco te persiga más allá de lo que indica tu carnet de identidad. María Valverde (Madrid, 1987) pertenece a esa categoría de rostros que luchan con el tiempo al revés que la mayoría de la gente: donde otros pugnan por frenar el avance, ella aguarda con ansiedad las señales de la madurez. Irrumpió en el panorama cinematográfico transpirando lozanía con tanta generosidad que la primera etapa de su carrera ha estado marcada por la impronta que dejó en 'La flaqueza del bolchevique', papel que le permitió alzar un Goya con apenas 16 años. De la morbosa lolita de 'Melissa P.' a la enamoradiza púber de 'Tres metros sobre el cielo', su filmografía ha permanecido en estos años anclada a los personajes que exploraban su perfil más tierno o los que, directamente, la condenaban al imaginario 'teen'. 

Ese cliché toca ahora renovarlo. A sus 28 años, cumplidos esta primavera, María Valverde se dispone a inaugurar un nuevo tiempo en su trayectoria profesional y vital. En realidad, el cambio tuvo lugar el año pasado, pero es en esta temporada cuando la actriz ha empezado a emitir inéditas señales de sí misma. La primera llega con el estreno de 'Ahora o nunca', película producida por Zeta Cinema, donde la novedad no será encontrarla vestida de novia y en capilla, que ya es un avance para una eterna adolescente como ella, sino verla provocando la risa al lado de Dani Rovira en la primera comedia que afronta en su carrera. Había otras Marías, y esta es la hora de descubrirlas.

Apartamento de soltera en Londres

Hay un antes y un después del 2014 en la vida de Valverde. El año pasado, a su ruptura sentimental (no buscada por ella) con el actor Mario Casas, con quien formaba una de las parejas jóvenes más perfectas y deseadas del cine español, sumó un trascendental cambio de ubicación geográfica. Desde el verano, su cuartel general está en su apartamento de soltera de Londres, adonde se mudó a vivir como quien da un carpetazo a un álbum de fotos antiguas y abre otro nuevo con las páginas en blanco. 

Cuesta oírla hablar de este trance y no pensar en la mariposa que rompe su crisálida para echar a volar: “El año pasado supuso un punto y aparte en mi vida y ahora me siento renacer. Cuando te sacan de tu normalidad sin tú haber decidido nada, como me ha pasado a mí, te enfrentas a la necesidad de crearte un nuevo mundo. Al principio parece que todo va a ser terrible, que te vas a encontrar perdida, pero luego resulta que no, que te sientes mejor que nunca, liberada, fuerte, con ganas de vivir. Ese es el punto en el que me encuentro. La palabra que define mi estado actual es curiosa. Me siento hambrienta de experiencias, lugares, personas. No me cambio por estar como estaba antes”, proclama. 

"Estos cambios vienen para abrirte los ojos"

En persona, María Valverde conserva intacta la candidez que la distinguió desde el día en que se puso por primera vez delante de una cámara, pero su discurso es el de una mujer que ha dado un palmetazo encima de la mesa y ha agarrado las riendas de su vida para ser ella, y no otros, quien toma las decisiones. “Estos cambios vienen bien para abrirte los ojos. Te dicen: “¡Despierta!”. Cuando sales de tu zona de confort, esa en la que siempre estaban tus padres o tu pareja para acompañarte, de repente te enfrentas al espejo, y ahí has de valorarte por lo que eres, no por lo que dicen de ti. Esto te obliga a crecer”, continúa explicando.

En lo profesional, este cambio de rumbo se ha traducido en su conversión en una actriz de perfil netamente internacional: “He reestructurado mi equipo y ahora trabajo de otra manera. Tengo una agencia en Londres que me consigue entrevistas y papeles diferentes de los que me llegaban antes”, aclara. Los resultados ya se tocan: de enero a mayo pasados, la actriz ha estado viviendo en Azerbaiyán para rodar 'Ali and Nino', una superproducción de corte romántico y de época que relata el 'affaire' entre una joven princesa cristiana y un aristócrata musulmán a principios del siglo XX.

¿Qué pinta Valverde en una película en plan 'Las mil y una noches' pensada para el público azerí? “Suena marciano, ¿verdad? Pero me lo propusieron y acepté sin pensármelo dos veces. Los cambios que he vivido en el último año me han llevado a estar abierta a invitaciones que antes ni me planteaba. Si mañana me piden que me vaya a China, allá que me lanzo de cabeza. Ahora mismo, ante cualquier propuesta, tengo el sí como primera respuesta”, revela.

"Me muevo más por intereses vitales que profesionales"

Por encima de la actriz que busca enriquecer su carrera con proyectos exóticos se deja oír la voz de la joven preocupada, antes de nada, por su propio crecimiento personal. “Me muevo más por intereses vitales que profesionales. Yo soy actriz para vivir, no vivo para ser actriz. Quiero jugármela. Si las cosas no van bien, siempre podré volver a la casilla de salida. Cuando sientes esto, le pierdes miedo a lo que pueda pasar. Conservas el respeto, pero te ríes del miedo”, asegura.

El nivel de exposición que ofrecen los personajes públicos tiene poco que ver con el conocimiento que sus seguidores acumulan sobre sus cuitas personales. En el caso de los actores y actrices, llamados a alimentar las ilusiones del público con arquetipos rutilantes, esa descompensación es especialmente llamativa. Probablemente, entre el millón largo de suscriptores del perfil de María Valverde en Facebook y el casi medio millón de 'followers' que la siguen en Twitter, pocos saben que la actriz se planteó varias veces en los últimos años abandonar el oficio. 

"Pensé que no valía para esto"

“Empecé a trabajar demasiado joven y eso me ha hecho dudar de mí misma en muchas ocasiones. A veces me sentí desmotivada, otras veces pensé que no valía para esto, que estaba engañando a la gente. He ido arrastrando estas inseguridades durante mucho tiempo”, confiesa. Mensaje tranquilizador, aunque solo a medias, para sus fans: “Hoy tengo claro que me gusta mi trabajo y quiero seguir siendo actriz, pero no sé si lo seré toda la vida. Hay muchas cosas que quiero hacer, no desearía limitarme a esta profesión”, afirma.

Entre las lecciones aprendidas últimamente por María Valverde frente al espejo, la más importante tiene que ver con la digestión de su trayectoria vital desde que pisó por primera vez un set de rodaje. “Con 18 años me fui a Italia a rodar 'Melissa P.' y desde entonces no he parado, pero he podido dedicarme a lo que me tocaba por edad, que era seguir mis estudios. Me perdí la adolescencia y la primera juventud. En demasiadas ocasiones me he sentido mal al ver que no tenía el nivel intelectual que debía. Me liberé cuando entendí que mi enriquecimiento personal no estaba en los libros, sino en todo lo que he vivido estos años. Pero me ha costado sentirme cómoda en ese modelo. Algo dentro de mí se rebelaba y reclamaba el otro, el que siguieron mis amigas de la infancia. He sido demasiado exigente conmigo misma durante demasiados años”, confiesa. 

Ahora le toca tomarse la revancha: “Me quedé con ganas de hacer un Erasmus, de estar lejos, de probarme. Esa cuenta pendiente la estoy saldando en Londres. Vivir allí me está sirviendo para conocerme mejor como mujer y como adulta. Me encanta sentirme torpe frente a lo que no controlo”, declara.

"He descubierto que soy más graciosa de lo que creía"

En esa categoría de saltos al vacío sitúa Valverde su participación en 'Ahora o nunca', de María Ripoll. “Era el empujón de energía que necesitaba en este momento”, valora. Demos la bienvenida a la María cómica y payasa. “Por timidez, nunca me vi capaz de hacer reír, me sentía ridícula, pero aquí he descubierto que soy más graciosa de lo que creía. Esta película ha sido como renacer”, valora. 

La actriz acaba de rodar en el País Vasco Gernika a las órdenes de Koldo Serra, película ambientada en la Euskadi de 1937, y tiene pendiente estrenar 'La carga', coproducción hispano-mexicana de perfil histórico, y 'Broken horses', rodada en Estados Unidos con el narcotráfico como telón de fondo. Después de verla en el reparto de 'Exodus' rodeada de estrellas de Hollywood y bajo la dirección de Ridley Scott, fueron muchas las voces que la señalaron como la próxima candidata española a la Champions League de la meca del cine, pero la actriz prefiere bajar a la tierra ese balón: “En 'Exodus' me sentí como quien se cuela en una fiesta a la que no está invitado. Aprendí mucho, aluciné con todo y me divertí un montón, pero lo viví casi como una turista. Era un sueño más que una realidad”, explica.

"Hollywood tampoco tiene por qué ser la meta"

Frente a quienes la animan a ser la próxima Penélope Cruz, Valverde reclama su derecho a marcar su propio camino: “Cada carrera es diferente, no hay por qué seguir los pasos de nadie, y Hollywood tampoco tiene por qué ser la meta. Porque llegas, de acuerdo, y luego ¿qué? Es más interesante crear algo despacito que llegar muy deprisa a ningún sitio. Lo digo yo, que he tenido la sensación de haber empezado mi carrera por el tejado desde que recibí el Goya por mi primera película. Desde entonces, mi ocupación ha consistido en poner los cimientos que no había puesto antes. Esta es mi meta”. 

Y este, su mapa: “Mi padre trabaja en una gestoría y mi madre es enfermera en un centro para menores con diversidad psíquica. Soy hija única y ellos son las personas más importantes de mi vida. Mis raíces siguen donde nací y crecí, en el barrio madrileño de Carabanchel, y mis mejores amigas son Laura y Belén, las mismas desde que tenía 4 años”, repasa. 

Esta entrevista y estas fotos se hicieron en Madrid aprovechando un descanso que le concedieron en medio del rodaje de 'Ali and Nino'. La noche anterior había volado desde Azerbaiyán y, al llegar a casa, esto es lo que pasó: “Cuando entré, mis padres me llevaron a ver el panel donde me medían de pequeña mientras iba creciendo, eso de las rayitas en la pared. Luego nos metimos los tres y la perra en la cama y estuvimos abrazados durante un buen rato. Estas son las cosas por las que me merece la pena seguir”, asegura. Aunque avanza con paso firme por la madurez, María Valverde conserva intacta en su interior a la niña que fue. Quién sabe si en ese destello de pureza continúa escondido su talismán.

EL ESTRENO

Eva (María Valverde) y Álex (Dani Rovira) deciden casarse en el pueblo inglés donde se enamoraron. Mientras ella espera en suelo británico, él y parte del séquito han de cruzar media Europa después de que una huelga de controladores los deje tirados en tierra y pierda el traje de la novia. Disparatadas situaciones y mucha risa aguardan en 'Ahora o nunca', primera comedia de la actriz. “La comedia es un arte, pero también son matemáticas. Dani Rovira me ha enseñado mucho sobre un género que considero más difícil que el drama”, afirma la actriz.