Memoria festivalera

Los artistas y grupos más solicitados hurgan en sus recuerdos para rescatar las mejores anécdotas vividas en festivales e, incluso, recomendar alguno

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NÚRIA MARTORELL

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LOVE OF LESBIAN

"Ocurrió en el concierto de los Veranos de la Villa de Madrid, en el 2011. Al llegar al final de la canción Algunas plantas, con bases electrónicas pregrabadas, hubo problemas técnicos: los aparatos se rebelaron y la cosa empezó a no ir como queríamos. Durante esa gira, la del disco 1999, el bajista, Joanra, culminaba el recital saliendo al escenario en tanga. Al percatarse del berenjenal, dijo: "Esto lo arreglo yo". Y para desviar la atención de lo que estaba pasando musicalmente, se desnudó del todo, ante la cara de estupefacción de la chica de producción, que se fue por patas. Su intención era enseñar su cuerpazo solo dos segundos y, rápidamente, colgarse el bajo. Así ya habría hecho la gracia esperada y el instrumento acabaría tapándole totalmente su garbanzo, pero... ¡calculó mal!. Se colocó el bajo y resultó que el instrumento le quedaba por encima de su aparato, logrando un efecto indescriptible para las pupilas del público asistente. Eso sí: ¡Lo consiguió!!! Nadie reparó en los problemas técnicos".


TXARANGO

TXARANGO"En julio del 2015 actuamos en el Fuji Rock de Japón, en mitad de una estación de esquí. Dimos tres conciertos en tres escenarios distintos. El último día estábamos programados ¡a las once de la mañana! Nunca habíamos tocado tan pronto. Después de dos intensos días de actuaciones, nos levantamos a las ocho para hacer la prueba de sonido mientras desayunábamos. Y con el café todavía en la barriga, empezamos puntuales. Si la hora ya era de por sí sorprendente, todavía más lo fue ver que 7.000 japoneses vinieron a vernos tocar y se dedicaron a bailar sin parar, bajo un terrible sol, a más de 30 grados".

Recomiendan: Pues el que nosotros organizamos: el Clownia Festival. Celebramos la tercera edición y es la primera vez que no tocamos, puesto que queremos que vuele por sí solo. Clownia intenta ser un espacio de debate y reflexión. Los que actúan trabajan la música como herramienta de transformación (todo el festival va encarado en esta dirección). Hay conciertos mañana, tarde y noche. El público es familiar;  transversal. Y, todo, en un lugar privilegiado: Sant Joan de les Abadesses. 


LA PEGATINA

LA PEGATINA"En los festivales siempre pasan cosas. El año pasado, sin ir más lejos, cayó un tormentón en el Arenal Sound (Borriana, Castelló) y se inundaron tanto los camerinos que acabaron flotando sobre un charcal. Ah, ¡y cómo mola coincidir con los colegas y hacer colaboraciones que de otra manera serían imposibles!".

Recomiendan: Este año hay más oferta que nunca. Con nuestra nueva formación, La Gran Pegatina, volveremos a festivales como el Arenal, GraniRock, Medusa Sunbeach, Weekend Beach, Gigante, Canet Rock, Festival Fasse y Rabolagartija. Al ser verano, recomiendo los que se celebran en la playa, aunque cualquier excusa es buena para ir a conciertos y gozar con los colegas.


JOANA SERRAT

JOANA SERRAT"En el Azgo Maputo), nos citaron a las once de la mañana para la prueba de sonido. Esperamos a la furgoneta del festival para cargar el material y eran las doce y seguía sin llegar nadie. Llamé pidiendo explicaciones. Era la una, y sin rastro de nadie. La 'tour manager' local nos dijo que nos fuéramos a comer y volviéramos a las cinco. Como seguíamos igual, el gobernador de la embajada española intercedió y, a los 20 minutos, vinieron por fin. La noche anterior se había alargado y los técnicos debían descansar.

Una vez allí, no tenían el material que nos habían dicho. En el escenario seguían diciendo que sí a todo. Finalmente hicimos las pruebas, a las siete, tras una danza ancestral de bienvenida. Y seguíamos sin poder probar el teclado, y la batería estaba rota. Mucha gente deambulaba, pero no sabíamos qué tarea tenía. Por arte de magia, en el momento del concierto todo salió a la perfección: el teclado sonaba, la batería aguantó, los canales funcionaban. La experiencia fue inolvidable. Entrañable".


GREEN VALLEY

GREEN VALLEY"Nuestro mejor recuerdo son las aventuras que vivimos el pasado año en el Jamming de Bogotá. Cruzamos el charco por primera vez y teníamos muchas ganas de tocar en América. El caluroso recibimiento de la gente fue espectacular, ya en la firma de discos previa a la actuación. Estuvimos seis horas sin parar, hablando con la gente, abrazándoles e intercambiando opiniones con todas esas personas que hicieron el esfuerzo de esperar durante horas en la larguísima cola que se formó en la puerta del local.

El concierto fue a las afueras de Bogotá, en un lugar rodeado de naturaleza. Había un montón de público, que no paró de corear, aplaudir y bailar las canciones. La sensación de realización que se siente cuando notas que tus temas llegan a tanta gente se magnifica por el hecho de encontrarse tan lejos de casa.

El viaje, tantos días juntos toda la banda, nos afianzó como familia: ningún roce ni mala experiencia estropeó la sintonía que hay entre nosotros, más allá de la musical".

Recomiendan:  Por una cuestión lógica de estilo, el que más nos gusta es el Rototom (Benicàssim): una semana de conciertos reggae ininterrumpidos, exposiciones, conferencias, actividades y ganas de disfrutar. Para nosotros, es como ir a la universidad. Cada año tocan tanto artistas nuevos como leyendas del género. Son siete días de buen rollo, excelente música, conciencia, actitud... En mitad de agosto. Cerca de la playa. ¡Mucho más que un festival!


AMARAL

AMARAL"Cuando empezamos en esto de la música, tocábamos ante cuatro gatos (literal). Recuerdo un año que nos invitaron al FestiMad de Madrid en una edición paralela para grupos nuevos que se hacía en el Círculo de Bellas Artes. La cita fue a la una del mediodía ¡y había solo dos personas!

Pasaron los años y, ya entonces como cabezas de cartel, actuamos en el Sonorama justo después de Teenage Fan Club, una banda que marcó nuestra adolescencia.

Si la primera vez que les vimos tocar en Zaragoza nos hubieran dicho que pasaría algo así, habríamos flipado". 


LAMARI (CHAMBAO)

LAMARI"Al Viña Rock 2013 (Villarrobledo, Albacete) llegamos con pocos minutos de antelación al escenario Sol Música. Somos tan pueblerinos, que nos perdimos dentro del mismo recinto: no sabíamos cómo llegar a ese espacio en concreto y todos nos andaban buscando. Al final, llegamos ¡por los pelos!. Y pudimos ver a grandes grupos y artistas como Dusminguet, Fanfare Ciocarlia, Tonino Carotone, La Mala Rodríguez, La Cabra Mecánica, O’funk’illo...".

Recomienda: El Pirineos Sur. Y, en concreto, la actuación del 15 de julio bautizada Songhai, como el insólito disco-cruce de caminos entre Ketama y el músico maliense Toumani Diabaté. Gran propuesta de mestizaje y grandes músicos a los que admiro desde hace años. Los descubrí a principios de los 90 y sigo descubriéndolos hoy día, con sus trabajos individuales.


CARLOS SADNESS

CARLOS SADNESS"En medio del diluvio que cayó el año pasado sobre el Arenal Sound, iba en la furgo desde el Santander Music hasta Borriana, cruzando infinitas tormentas y viendo cámpings inundados. Me temía la cancelación, lo que me daba muchísima pena porque, desde que toqué la primera vez, mi hora y media de Arenal Sound es una de las favoritas del año. Por fin dejó de llover y subimos secos al escenario a tocar 'La Idea Salvaje'. En las tres últimas canciones, empecé a ver de nuevo los rayos, cada vez más cerca. Mientras cantaba eso de "qué electricidad, vaya conexión", acabó el show y empezaron a volar lonas y peluquines. Menos mal que el 'Dios de la lluviadel que hablaba 'El Último de la Fila' me había dejado vivir, una vez más, mi momentazo del año, más eléctrico que nunca".


IZAL

IZAL"En el BBK de Bilbao pasó algo increíble. Tocábamos en el escenario de la carpa. El suelo era tarima de madera. Cuando cantamos 'Hambre', la gente se vino tan arriba que al saltar a la vez las miles de personas que había en la carpa el suelo se tambaleó. Fue como un terremoto. Salía la arena de debajo de las tarimas formando una nube de tierra. Los camareros de las barras tenían que sujetar las botellas y los vasos para que no se cayeran. Fue uno de esos momentos que no se olvidan. Hay un vídeo en Youtube que montamos gracias a un seguidor que por la noche se lo enseñó a Mikel [el cantante]".

Recomiendan: Le debemos mucho al Sonorama. Es una auténtica fiesta de la música que además apoya a la música nacional. Hay mucho talento y vemos completamente necesaria esta apuesta por unos proyectos que, por lo que sea, no tienen la visibilidad que merecen. Los festivales son un gran escaparate. Y Sonorama y todo su equipo son muy conscientes de esto.