Bodas falsas

Hay novios, ramo, tarta al por mayor, barra libre y sonrisas propias del día más feliz de la vida de alguien. Parece una boda de película. Y, sí, lo más probable es que la novia salga pitando del altar a lo Julia Roberts en 'Novia a la fuga' y termine diciendo “sí, quiero” a un testigo. Es “lo nuevo en fiestas exclusivas”, insisten desde hace meses los medios argentinos. Nombre oficial: Falsa Boda. Se la inventaron cinco veinteañeros de La Plata que comparten productora, Trineo Creativo. “Todos teníamos ganas de asistir a una boda, pero no teníamos amigos en común para ir juntos –recuerda Gastón Gennai–. Además, estábamos todos solteros”. Se cansaron de esperar y montaron una boda falsa. “Explicarle al dueño del salón que no se iba a casar nadie fue bastante difícil”, apunta Gennai. Pero, al final, la Falsa Boda debutó con 300 invitados. Desde entonces, han organizado 13 más por todo el país y ya tienen en la agenda del 2016 otras 24, quizá alguna en otros países. Ese es su “objetivo principal”: exportar los “sí, quieros” de pega. “Hemos tenido ofrecimientos en España, pero ninguno concreto”.

“Falsa Boda –define Gennai– es un evento social para mayores de 23 años que quieren compartir con amigos una gran boda”. Ellos buscan a los novios, montan su pasado amoroso, deciden si se casan o no y organizan una boda para 700 personas. Crean el evento en Facebook un mes antes y quien quiera se puede autoinvitar pagando 500 pesos argentinos (unos 35 euros). Atención, casamenteros: de una boda falsa también puede salir otra boda, pero auténtica. “Una pareja que se conoció en una Falsa Boda nos pidió que le organizáramos su boda real”. Y nadie salió corriendo del altar.