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Victoria Englert: "Las notas no te definen como persona"

Ha terminado el bachillerato en el IES Menéndez y Pelayo y ya se ha entrevistado con un nobel y va a colaborar con el Institut de Bioenginyeria. Quiere demostrar que dos neuronas separadas se pueden comunicar con luz.

ÓSCAR HERNÁNDEZ
BARCELONA

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Es de un distrito quien vive o trabaja en él. Pero también el que estudia. Victoria Englert (Caracas, 1995) cursa sus estudios en el instituto Menéndez y Pelayo (Via Augusta, 140), aunque vive en Gràcia, y, a pesar de su juventud, ya destaca como investigadora y ha ganado el premio especial Intel ISEF del 2013 de la Fundació Catalunya-La Pedrera en Exporecerca Jove.

-No me atrevo a describir su proyecto de investigación. Hágalo usted.-Se basa en reestablecer la comunicación entre dos neuronas mediante la creación de una señal lumínica sin el uso de neurotransmisores. La neurona presináptica (la que quiere transmitir el impulso) emitirá luz y la postsináptica transformará esa señal lumínica en un impulso eléctrico. Creando la condición para que ocurra el potencial de acción. Esto se logra valiéndose de un vector (en este caso un virus) que introducirá las nuevas secuencias genéticas para la expresión de las proteínas requeridas. La proteína que emite luz se encuentra en las luciérnagas y la que transforma la luz en impulso eléctrico, en la retina.

-¿Cómo se le ocurrió esta teoría?

-Quería hacer un trabajo sobre alguna de las dos cosas que más me gustan, la neurociencia y la óptica. Viendo vídeos de conferencias científicas conocí a Ed Boyden, que hablaba de optogenética, y vi que podía abarcar las dos cosas, neurología y óptica.

-Y ha interesado a los científicos.

-Al lograr este año el primer premio de Exporecerca pude viajar en mayo a Phoenix (Arizona. EEUU), donde el Nobel Michael Bishop se interesó por mi trabajo, que consideró muy creativo. Y este mes de julio estaré con Pau Gorostiza, del Institut de Bioenginyeria de Catalunya, en Bellvitge, para probar mi teoría.

-Se acaba de examinar de selectividad. ¿Un 10?

-No. He salido peor de lo que esperaba, un 9,4. Pero lo importante no es la nota, que no te define como persona, sino ser creativo e innovador para resolver problemas, hacerte preguntas y siempre buscar respuestas.

-¿El buen estudiante se hace?

-El único truco es estar atento en clase y hacer todos los deberes. No hay que aprender las cosas de memoria, sino entenderlas. Y no dejar temas para el último día. Es mejor estudiar media hora diaria. Yo he tenido además la suerte de que mis padres me han enseñado a estudiar bien.

-¿A qué se dedican?

-Mi madre era periodista y ahora es maestra. Y mi padre, ingeniero industrial. Están orgullosos de mí, pero no se sorprenden porque en mi familia todos somos un poco así.

-Pasó de un colegio concertado a hacer el bachillerato en el IES Menéndez y Pelayo. Compare.

-Mucho mejor el instituto público. Los profesores saben más de la materia y enseñan más cosas. Lo noté enseguida. Además, nadie se mete contigo si eres muy buena estudiante. Al contrario, eres popular porque ayudas a tus compañeros explicándoles lo que no entienden,

-¿Cómo ve los recortes?

-Me sabe mal que se recorte en salud y educación, Se necesitan buenos profesores para enseñar y se debe asegurar la salud de todos.

-Imagine que tiene que irse fuera para poder investigar o estudiar.

-No me preocupa. Me he mudado muchas veces. He estado en Venezuela y en Miami. Parte de mi familia es alemana y la otra, gallega. Me siento ciudadana del mundo. Si me preguntan de dónde soy, no sé qué contestar.

-¿Idiomas?

-Siete. Castellano, catalán, francés, inglés, alemán, italiano y chino. Este verano quiero estudiar ruso.