una vecina llamada... Sílvia Munt, actriz y directora de cine

«Los niños del Clot aprendíamos en la calle humanidades»

<b>Han pasado casi 30 años</b> de su interpretación en 'La plaça del Diamant', pero todavía hoy para muchos el nombre de Sílvia Munt continúa unido al de Colometa. Una de las últimas veces que la actriz se lo escuchó llamar fue en el Clot, en este paseo por el barrio de su infancia.

La Farinera 'Siempre correteábamos por fuera'LO QUE FUE UNA FÁBRICA DE HARINA, EN LA CONFLUENCIA DE LA GRAN VIA CON LA PLAZA DE LAS GLÒRIES, ES HOY UN ACTIVO CENTRO CULTURAL

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CARME ESCALES
BARCELONA

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Cuál el secreto de una infancia feliz? La de Sílvia Munt tiene bastante que ver con algunas calles del barrio en el que nació: el Clot. Allí pudo practicar, y mucho, algo que la actriz considera esencial para cualquier criatura: jugar.No hay nada mejor que jugar», sentencia, desde el lugar en el que ella solía hacerlo.«Al escondite, a arrancar cebollas, al teléfono... Nunca nos aburríamos. Salías a la calle y no tenías que haber quedado con nadie, te unías a la pandilla», explica la directora del telefilme Meublé, la casita blanca (TV-3).

También en el Clot nació su padre, que hasta hace dos años seguía trabajando en su taller de construcciones mecánicas, en la parte trasera de las casitas situadas en los primeros números de la calle del Clot, donde el abuelo de la actriz también tuvo su taller de ebanista.

En el callejón por el que entraban los camiones a cargar y descargar materiales, Sílvia Munt y sus hermanos,«de quienes siempre acababa recibiendo bofetadas»,y el resto de vecinos de su edad creaban mundos infantiles.«En Sant Joan, hacíamos hogueras y mi abuelo prendía los cohetes. La unión del barrio surgía fácilmente, era más fácil compartir»,considera la actriz.«Tengo la suerte de ser de un barrio trabajador de una Barcelona muy cosmopolita»,aclara Munt. De ese modo, añade,«formas parte de la ciudad pero no eres pija, porque el barrio guarda esa parte más auténtica de los pueblos».

La vida en blanco y negro

En aquella época en la que el televisor emitía siempre en blanco y negro, en la calle los días de Sílvia Munt acababan siempre de esos mismos colores.«Cuando llegaba de la escuela -las escuelas francesas- dejaba la bolsa de los libros en casa y me iba a jugar el resto de la tarde y, cuando regresaba, llegaba negra de haber estado todo el tiempo corriendo por la tierra», explica.«Negra de barro y blanca de la harina que escapaba del transporte o del interior de una fábrica vecina. La plaza frente a la Farinera estaba justo al lado del callejón donde jugábamos»,dice Sílvia Munt.

«En invierno y en verano nos pasábamos el día en la calle, donde aprendíamos humanidades»,apunta la directora cinematográfica.

«Hoy, en cambio, la sociedad se ha cerrado mucho, por sus miedos, miedo a los coches... Los niños ahora van de casa en casa», observa Munt.«Se ha perdido el sentido de hacer familia en el barrio», lamenta.«Y la sensación de libertad»,añade.«Antes, no había o no se sentía que hubiera demasiados peligros. Ahora los niños se pasan el día delante de la tele. Todo es mucho más antisocial, más hacia dentro, y se vive con mucha más soledad», opina Sílvia Munt, que en la actualidad reside en Valldoreix, un lugar muy distinto de su antiguo barrio del Clot.«Allí todo son casas unifamiliares, pero tenemos los árboles del bosque y, excepto algún jabalí, no hay peligros»,comenta.«Pero cuando venimos al Clot a visitar a los abuelos, o al centro de Barcelona es cuando mis hijas pueden ver pasar gente variopinta, de culturas y estilos diferentes. Eso, en una zona residencial, no lo tienes»,dice.

El ser humano

Vivir la infancia socializándose en un barrio forma parte e intensifica el currículo de esta guionista y directora cinematográfica.«A mí lo único que me interesa de la vida es el ser humano. Es lo que me preocupa, me despierta la curiosidad y me divierte. Y de quien aprendo, porque es una fuente inagotable de inspiración»,declara Sílvia Munt.

Por todo ello, el pequeño comercio, que en el Clot todavía conserva entrañables muestras de supervivencia, es un tesoro para los oriundos de un barrio.«A ver cuándo nos damos cuenta de que la gente lo que quiere es tener compañía. En las pequeñas tiendas de barrio, siempre acabas encontrando a alguien que te conoce y no te despacha como haciéndote un favor o ignorándote como persona. Alguien que, al mismo tiempo que te atiende, te habla, te escucha... y te mira», destaca una de las vecinas más famosa del Clot.«Y esto se da mucho en este barrio», opina Sílvia Munt, que está a punto de iniciar el rodaje de otro guión para televisión. Se titula Mentides y es toda una reflexión en la pequeña pantalla sobre«lo necesario que son las mentiras para sobrevivir, contado a partir de una situación: una familia el día de Navidad», avanza la directora del proyecto, alguien que de la imaginación ha hecho parte de su oficio y de la vida, el espejo del que absorbe contenidos para sus guiones.

Video del paseo con Sílvia Munt,

en www.elperiodico.com