LES CORTS

Criar en solitario

Sesión 8 Los formadores Jaume Prat, Lourdes Aguado y Robert Hernández con las madres Tonia y Marta.

Sesión 8 Los formadores Jaume Prat, Lourdes Aguado y Robert Hernández con las madres Tonia y Marta.

JORDI TRENZANO
BARCELONA

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«A mi hija la motivo bastante. Tiene tres años y está aprendiendo a escribir, le digo que escriba papá, aunque no esté en casa. Se hace difícil. Tienes que morderte la lengua». Lo explica Marta Javaloyes, pintora por vocación, aunque ha ejercido diversas profesiones, desde regentar un bar hasta colgar carteles. Y cría a su hija pequeña sólo con la colaboración puntual del padre. Javaloyes es un caso de familia monoparental, una madre que tira adelante a su hija en solitario.

Durante los últimos cuatro meses, Marta ha asistido al programaUna oportunidad única: La crianza de los niños en las familias monoparentales, en el centro cívico Can Déu, en la plaza Concòrdia de Les Corts. Ha sido organizado entre los centros de servicios sociales del distrito y el Centre de Salut Mental Infants i Joves de Les Corts (CSMIG). En el curso han participado trabajadores sociales y psicólogos y han colaborado profesionales de la educación.

Dinámica de grupo

«He sacado el sentimiento de culpa de la falta de figura paterna. Es lo primero que he aprendido», dice Javaloyes. La dinámica de grupo para compartir experiencias supone el principal apoyo a las madres.«En discusiones con la niña crees que llegas al límite. Aquí lo hablas y te das cuenta que son pequeños y no les puedes exigir tanto», dice Tonia Canela, que se quedó embarazada mientras acababa la carrera y que compagina la maternidad con su trabajo de enfermera. Afirma que el padre de su hija se desentendió de la pequeña casi por completo.

El programa ha contado con 12 testimonios como el de Javaloyes y Canela. Mujeres, aunque los hombres también pueden participar. Ellas son una muestra pequeña de una realidad de 15.800 hogares de Barcelona, según datos del 2010. De estos, cinco de cada seis son madres, por un caso paterno. Casi todas viven situaciones en las que el cansancio y el estrés hacen mella:«A veces el mero hecho de llevar la niña al parque es muy cansado», dice Canela.

El caso de Javaloyes es delicado: Está atendida por un grupo de salud mental y cobra la renta mínima de inserción. Gracias a esta paga ha hecho un curso de jardinería, sector en el que espera encontrar trabajo.«Me aconsejaron uno que no me estresara por mi tipo de patología», aclara.

Para que una madre sola críe a su hijo necesita un apoyo especial de su familia y entorno, incluida la escuela. Canela ha tenido buena respuesta. Dice que le han dado facilidades. No obstante, Javaloyes cree que ha tenido más apoyo de otras madres que de los profesores.«El único día que hablé con la maestra fue cuando pido una foto de padre y madre para los colgadores. Les dije que sería de la madre y de los abuelos, los que más participamos de su educación. El padre no está en casa».