CIclismo. VICTORIA EN LAS ARDENAS

Un Valverde inexpugnable triunfa en la Flecha Valona

El murciano conquista el muro de Huy y gana la clásica por segunda vez

Valverde festeja su victoria, justo en la línea de llegada, ayer, en la Flecha.

Valverde festeja su victoria, justo en la línea de llegada, ayer, en la Flecha.

SERGI LÓPEZ-EGEA
BARCELONA

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Alejandro Valverde sigue insuperable esta temporada. Había ganado en Andalucía, en Roma, en Murcia, en Navarra, pero le faltaba un triunfo de primerísimo nivel, de World Tour, de clásica, con aroma. Y ayer lo logró en la Flecha Valona, tal como ya había hecho en el 2006.

La Flecha Valona, en medio de la trilogía de las Ardenas, entre el aperitivo de la Amstel Gold Race y la gran cita del próximo domingo en la Lieja-Bastoña-Lieja, tiene un denominador común, el muro de Huy, «los 1.300 metros más duros que hay en el ciclismo», tal como Joaquim Rodríguez, Purito, vencedor en el 2012, define a la cuesta cercana a Lieja, y que ayer tuvo la desgracia de volver a caerse, aunque sin lastimarse, a apenas dos kilómetros de la meta, justo en el momento en el que se toman posiciones, imprescindibles para destacar en la carrera, feudo de los españoles, puesto que Dani Moreno logró el triunfo el año pasado.

Valverde clausuró un excepcional trabajo de su equipo, el Movistar, sobre todo de Jesús Herrada, de la Mancha, conquense, de 23 años, campeón de España, la perla que tan bien está cuidando el conjunto de Telefónica, que va para figura y que ayer se colgó a la espalda el peso de la Flecha Valona para que Valverde llegará de la mejor forma al instante donde siempre se decide la carrera; el 1,3 kilómetro final, el muro de Huy, donde las rampas llegan hasta el 26% y donde los corredores se asfixian si atacan antes de tiempo.

EL MUNDIAL DE PONFERRADA / Y como Valverde lo sabía, se resguardó hasta el final, sin impacientarse, sin ponerse nervioso, solo preocupado de no quedar encerrado entre ciclistas rivales y las vallas de la izquierda. Atacó en el momento justo, como un obús, como pocos saben hacer, él por supuesto, Purito, Dani Moreno y Philippe Gilbert, vencedor de la Amstel Gold Race, pero que ayer se ahogó, como tantos otros, en el muro de Huy.

Valverde tiene un gran objetivo esta temporada. El principal, el que no quiere exponer en público porque antes debe enfrentarse a un Tour que siempre le ha sido esquivo como jefe de filas del Movistar (Nairo Quintana acude al Giro) y la Vuelta, donde no renuncia a un segundo triunfo (ganó la prueba en el 2009). Si este año ha escogido un programa primaveral más de clásicas que de vueltas es porque quiere recoger frutos de cara al Mundial de Ponferrada. La cita, en septiembre.