Toni Nadal da las claves del éxito a empresarios

No existe la fórmula mágica que conduzca directamente al éxito. Ni en la vida, ni en la empresa ni el deporte. Los caminos hacia el triunfo son variados e imprevisibles, pero hay unos cuantos ingredientes que no pueden faltar en la receta. Toni Nadal, tío y entrenador de Rafael Nadal, puso ayer nombre a esos elementos imprescindibles en el Cornellà Creació Fòrum. Su sobrino no ostentaría hoy 14 Grand Slam sin las dosis correspondientes de talento, trabajo, constancia, respeto al rival e innovación en su juego. Tampoco una empresa puede salir adelante sin todos esos intangibles.

Cómo detectar el talento fue el primer reto que el moderador, Manel Fuentes, planteó a Toni Nadal. «Hace muchos años, en un torneo de Wimbledon, Rafael y yo nos paramos a ver a Juan Mónaco, que se entrenaba con un chico de 17 o 18 años. Le dije a Rafael: 'Tenemos un problema'. Aquel chico era Djokovic. Cuando alguien es muy bueno, enseguida se ve», explicó el entrenador, que cree que a veces se entiende mal el talento. «¿Tenía más talento Puyol o Guti? Sin duda, Puyol. Se es grande por lo que uno ha hecho, no por lo que podría haber conseguido». Es decir, que incluye constancia y esfuerzo.

Toni recordó la final de Australia del 2009. Tras cinco horas de semifinal contra Verdasco, su sobrino no podía más, pero él le reprochó que pusiera mala cara. «Para ti es muy fácil», contestó Rafael. «Si fuera fácil lo haría yo, pero tú sabrás si quieres hacer el esfuerzo. Si te dijeran que hay un tipo con un rifle en la grada y disparará si te paras, estarías corriendo seis horas. Siempre se puede más».

Es de sobras conocido lo mucho que exige Toni al campeón mallorquín, pese a lo cual llevan dos décadas juntos. «Lo que pasa es que somos medio catalanes,  y yo soy el entrenador más barato del circuito», broméo Toni, que cree que la «docilidad» de Rafa ha sido clave en su carrera. «Dejarse guiar por alguien que sabe más de la vida denota inteligencia».

Otro paralelismo entre el mundo empresarial y el deporte de élite lo hallaron en el respeto a la competencia. «A Rafael le hice ver que no era suficientemente bueno, que no es Federer ni Djokovic. Hay que aceptar que otros también lo hacen bien, como en la empresa. No vale pensar que tu producto es el mejor pero que nadie quiere comprarlo».

RECICLAJE OBLIGADO / Y el producto puede quedar desfasado, por lo que hay que innovar. «Nosotros siempre nos preparábamos para jugar en tierra. Llegamos a la ATP y ganamos Roland Garros, pero hay más superficies, los materiales cambian... No quedaba más remedio que innovar, reciclarnos y cambiar el juego», analizó.

En ese sentido, echa de menos más jugadores jóvenes en el top ten y cree saber por qué. «Cuando empezábamos con Rafael en Manacor, las pistas no estaban en las mejores condiciones y las bolas no siempre eran las mejores. Esta mañana he estado en la Federació Catalana y son grandes instalaciones, con todas las comodidades. Así es más difícil llegar arriba. ¿Por qué un conejo es tan hábil? Porque tiene que sortear muchos peligros», explicó, proverbial.

Para Toni Nadal, la ilusión es básica en cualquier proyecto, y Rafael se la pone al tenis, a la pesca y al fútbol. «Aunque de eso no entiende mucho», bromeó de nuevo, antes de asegurar entre risas que lo que más le gustaría a su sobrino sería «ser directivo del Real Madrid».