El Barça saca tajada del derbi del Wanda

El derbi fue para el Barcelona, que sacó tajada en el Wanda, donde ni Atlético ni Madrid fueron capaces este sábado de sacar adelante una final en la que se dirimía buena parte de la suerte de la Liga. El empate (0-0) sabe más que nunca a derrota y abre una brecha de 10 puntos con el conjunto azulgrana después de una noche tan corta en fútbol como en la definición, en la que Griezmann, muy pitado, volvió a quedar tan inédito como Benzema y Cristiano. 

Se sabía que el equipo que perdiera quedaría muy tocado, pero el derbi dejó heridos de muerte a Madrid y Atlético. No podían fallar. No tenían red y cayeron al vacío en un partido de muchas alternativas, pero sin la pegada que se requiere para desequilibrar una batalla tan crucial como la del Wanda, en la que el equipo de Zidane, con Isco y Marcelo, encontró primero el antídoto al empuje rojiblanco, aunque no le sirvió para cerrar el choque, entre otras cosas porque sus delanteros siguen secos.

Más presión

Si el primer derbi en el Wanda venía ya cargado con la suficiente tensión por la necesidad de los dos equipos de agarrarse a la Liga, verse a 11 puntos del Barcelona tras el triunfo azulgrana en Leganés añadió más presión a rojiblancos y madridistas. Con su habitual músculo, el equipo de Simeone entró en el partido como un tiro. Presionó al Madrid y dispuso sus piezas de manera que Koke aparecía por detrás de Griezmann y Thomas lo hacía delante de la defensa para no perder de vista a Isco.

Ocasion de Correa

La puesta en acción estuvo a punto de cobrarse el premio en un error de Varane que dejó solo a Correa frente a Casilla, pero el argentino disparó fuera ante la desesperación de Simeone, que veía cómo su estrategia de ponerse por delante se esfumaba. También se fue diluyendo el empuje rojiblanco, justo en el momento en el que emergía Isco para dar pausa al juego del Madrid. Godín le sacó un balón a Cristiano antes de que el portugués encarase la portería de Oblak. El equilibrio en el juego no impidió que el Atlético intentara mantener su particular cruzada obligando al equipo de Zidane a aplicarse atrás. Todo cambió al filo de la media hora, cuando el Madrid se decidió a tener el balón y a hurgar en la banda derecha del Atlético, con Marcelo y con Isco al mando.

Un Madrid sin pegada

Al Madrid le faltó la pegada porque arriba depende de dos jugadores que no están en buen momento. Cristiano y Benzema tampoco terminaron con su sequía en el Wanda, aunque el portugués hizo trabajar a Oblak. Fue Kroos el que tuvo la mejor del Madrid en la primera mitad en un disparo ante Oblak que se marchó fuera (m. 31). También probó fortuna Ramos, pero le salió caro porque en un córner recibió un golpe de Lucas y no salió tras el descanso.

El escenario no cambió demasiado tras el descanso. El Madrid metió atrás al Atlético. Se pidió penalti por una mano de Juanfran tras un centro de Marcelo en pleno asedio sobre la portería de Oblak. Una acción que devolvió al Atlético a las barricadas con un último tirón, ya con Torres y Gameiro en el campo en lugar de Griezmann y Correa. Pudo darle dividendos en una acción de Gameiro que sacó Varane (m. 78). En el carrusel de peticiones de penaltis le tocó el turno al Atlético por una supuesta mano de Cristiano a disparo de Carrasco antes de la traca final de dos equipos que dijeron prácticamente adiós a la Liga.