McLaren busca piloto

Los ingleses lo llaman silly season, son los días previos a las vacaciones en los que es tradicional que los medios de comunicación ingleses se hagan eco de los rumores sobre el futuro. Y la silly season de la F-1 este año viene cargada de cábalas sobre variaciones, combinaciones y permutas. Ron Dennis ha salido al mercado con la chequera repleta para fichar un piloto top como le exige Honda, la firma que le suministrará los motores el próximo año. McLaren está ofreciendo un dineral a Fernando Alonso y Sebastian Vettel, y como se suele decir en el mundo empresarial y también en la F-1: mucho dinero, mucha prisa, mucho peligro.

«Estamos hablando con los mejores», dice Dennis abiertamente, confirmando la oferta a Alonso. Más: el doctor Helmut Marko asegura que «Seb ha recibido ofertas de Mercedes y de McLaren», mientras que en Italia se especula con un trueque Alonso-Lewis Hamilton entre Mercedes y Ferrari. Lo que parece un capítulo de aquella serie televisiva ochentera Enredo tiene más fundamento del que parece.

Nico Rosberg (alemán en un equipo alemán) renovó por Mercedes hace un par de semanas: 50 millones de euros por tres años. El entorno de Hamilton ha contestado con una cifra de 100 millones por tres años a la primera propuesta de renovación de Mercedes de un contrato que finaliza a finales del 2016, y por el que cobra 25 millones de euros al año. La racha de averías, el ambiente dividido en la escudería y las desafortunadas órdenes de equipo que Hamilton recibió en Hungría no ayudan a mejorar un ambiente que se irá enrareciendo, como casi siempre que dos pilotos del mismo equipo luchan por el título. Niki Lauda es el gran defensor de Lewis; los demás están con Rosberg.

Alonso lo cambió todo

La situación de cautiverio contractual en la que se encontró Alonso en McLaren en 2007 ha cambiado la forma de hacer contratos en la F-1. El español fue el primero en incluir multitud de cláusulas para poder romper un contrato por muchos motivos; uno de ellos, el bajo rendimiento técnico. Y ha sentado precedente porque sus compañeros (los top) le han imitado. Ferrari le ha ofrecido una renovación jugosa, con 35 millones de euros para 2018 y 2019, una forma de amarrarle un contrato que dura hasta finales de 2017.

El dinero es un atractivo, desde luego, pero no más que un coche competitivo. Y el motor es ahora el factor clave. De momento, el mejor propulsor es el Mercedes, pero el retorcido reglamento de la FIA contempla que tras la homologación del pasado mes de febrero, se podrá cambiar en un 48% de cara al 2015, y de solo un 18% del 2015 al 2016. Obviamente, hay un gran margen de mejora para la próxima temporada, pero muy corto para el 2016. Así pues, el motor del 2015 será clave. Ahí llegará Honda como proveedor nuevo, sin estar sujeto a ningún porcentaje de cambio, lo que es una incongruencia reglamentaria, pero un argumento para el millonario Ron Dennis de tanto peso como su chequera.

Reacción en cadena

Dicen, sin embargo, que Honda va retrasada en las pruebas de su motor, que Renault se centrará mucho en trabajar a medida para Red Bull -liberados los franceses de construir propulsores para Lotus, que está punto de firmar con Mercedes- y que Ferrari trabaja en Maranello y en Estados Unidos para hacer un gran propulsor el próximo año. Todo un lío. Cuando McLaren mueva ficha, cuando ate al tipo que satisfaga a Honda y que sustituya a Jenson Button, se encadenará una reacción en cadena que sacudirá toda la parrilla.