EL MUNDIAL DE MOTOCICLISMO AFRONTA LA RECTA FINAL DE LA PRETEMPORADA

Márquez, cada vez más feliz

«Esta moto ya es una maravilla», afirma el campeón tras finalizar primero los últimos ensayos de Malasia

Marcando pista 8 Márquez, ayer en una de las curvas de Sepang.

Marcando pista 8 Márquez, ayer en una de las curvas de Sepang.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Sexto día de la pretemporada. Y, de nuevo, como al principio de febrero, Marc Márquez (Honda), el tetracampeón de MotoGP, los ha dejado atrás, demasiado atrás cuando todavía no ha empezado el Mundial (Catar, 29 de marzo). Márquez regresa a Barcelona con 0.322 segundos de ventaja sobre Jorge Lorenzo (Yamaha), 0.718 sobre Valtentino Rossi (Yamaha) y 0.797 sobre Dani Pedrosa (Honda).

«Sigue estando un pasito por delante de los demás. Sigue pareciendo inalcanzable. La pareja Márquez-Honda se mantiene como clara favorita al título», repitió ayer su amigo Rossi. «Todo, todo, lo hace Marc, en el sentido de que es él quien sigue marcando la diferencia. Los demás estamos muy juntitos. La prueba está en que Dani (Pedrosa) está ahí, con nosotros», añadió el Doctor, que junto a Márquez, Lorenzo, un motivadísimo y recuperado Cal Crutchlow (Honda), Andrea Iannone (Ducati), Bradley Smith (Yamaha) y el propio Pedrosa, fueron los siete que ayer se despidieron de Malasia bajando de los dos minutos.

Márquez no solo se acercó a su tiempazo de hace tres semanas en Kuala Lumpur (1.58.867 minutos, nunca antes una moto corrió tanto en el trazado malayo), sino que, además, ha sido el piloto que más vueltas dio ayer en Sepang (73) y quien mejor simulacro de gran premio ha realizado (protagonizó 19 giros, 16 de ellos en 2.01 minutos; cuando Lorenzo dio 11, solo cinco de ellos a 2.02), consiguiendo, según reconoció al final del duro día, hacer todo el trabajo que había acumulado en jornadas anteriores. «Esta moto empieza a ser ya una maravilla», sentenció el campeón catalán.

Pero Márquez dijo aún más cosas. «Tenemos potencia, hemos mejorado en frenada, en la entrada en curva y, además, hemos logrado dar pasos positivos en algo que nos preocupaba mucho: la poca tracción que teníamos en mitad de la curva. ¡Ah! Y hemos ganado algo de aceleración», redondeó el de Cervera, que hace tres semanas llegó a trabajar con tres RC213V en su box (la campeona del 2014, el prototipo primera generación 2015 y la nueva)  y ahora ya solo tiene dos, las definitivas. «Eso sí, hemos sido buenos aquí, en Sepang, pero para saber cuán mejores somos habrá que esperar, al menos, tres carreras: Malasia, Argentina y Jérez».

Una mejora constante

Márquez se mostró satisfecho, dijo, «por cómo ha respondido mi cuerpo al simulacro de gran premio», y aunque no quiso contárselo a nadie, tras el primer test de pretemporada estaba preocupado porque el nuevo motor era un trueno pero tenía poco sentido. Era poderoso pero poco dócil y, ahora, ya ha logrado que sea más progresivo, no tan agresivo y entregue la potencia con más sentido.

En aquel primer test de noviembre, en Cheste, Márquez se quejó de que no necesitaba tanta potencia arriba, tanta velocidad punta. Pidió dosificar y administrar mejor esos «locos» caballos. Hay ahora quien recuerda que el catalán excitó a los suyos cuando dijo, en noviembre en Valencia, que la nueva moto era muy mejorable.