El maratón del pulpero

Carlos Aranda, delantero del Numancia de 34 años, es el único futbolista que ha jugado en ochos equipos de Primera en España

Carlos Aranda, en un entrenamiento con el Numancia en octubre.

Carlos Aranda, en un entrenamiento con el Numancia en octubre.

RAÚL PANIAGUA / BARCELONA

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Su padre le abandonó cuando era «una criatura», su madre, drogadicta, murió cuando él tenía 9 años por un cáncer de ovarios, se crió con sus abuelos y tíos maternos en la humilde barriada de El Palo y la policía le detuvo con 15 años por robar una moto. Carlos Reina Aranda (Málaga, 1980) siempre tuvo una vida agitada. El balón le rescató de la delincuencia cuando sobrevivía pescando y vendiendo pulpos en los restaurantes. Así se compró sus primeras botas para jugar en la playa.

Aranda (siempre renunció a llevar el apellido de su padre) es el hombre récord del fútbol español. Es el único que ha jugado en ocho equipos de Primera (Villarreal, Albacete, Sevilla, Numancia, Osasuna, Zaragoza, Levante y Granada) y sigue en activo en Soria, donde recaló en octubre por cuarta vez. «He pasado por muchos sitios, pero ahora estoy en mi mejor momento. De cabeza, de madurez futbolística y personal. A mi hijo lo van a querer aquí tanto como a mí», reflexiona el delantero. Miquel Soler, mientras, estuvo en siete clubs de Primera y es el único que vistió la camiseta de los dos grandes de Madrid y Barcelona.

LA AYUDA DE DEL BOSQUE

La aventura futbolística de Aranda empezó cuando el director de la cantera del Madrid se fijó en sus cualidades. Era Vicente del Bosque. En plena adolescencia, el jugador encontró en el fútbol su mejor refugio para escapar de las malas compañías. «Ganamos a un gran futbolista y salvamos a una persona maravillosa», recuerda el seleccionador, que le puso un profesor particular en la ciudad deportiva.

Marcó 66 goles en 130 partidos con el filial blanco y jugó dos partidos con el Madrid en dos ediciones de la Champions, aunque no llegó a debutar en la Liga. Después inició un frenético camino por la geografía española. A club por temporada. Ocho equipos en Primera, tres más en Segunda y 17 entrenadores («el mejor, Camacho, sin duda») desde el 2002 hasta la actualidad. Ha jugado 269 encuentros en la máxima categoría con 53 goles. El Madrid, el Barça, el Atlético y el Valencia, los cuatro primeros de la actual Liga, sufrieron su calidad y acierto. A los cuatro les marcó.

En Soria cuentan que ha dado un cambio radical. Cada vez queda menos de aquel chico problemático criado entre pulpos, pobreza y delincuentes. Supo regatear al destino y el balón le salvó de un desastre con el que flirteó muchas veces. «A todos los equipos en los que he jugado les estoy agradecido. Estuve un año, cumplí mi trabajo y ya. Pero los vínculos especiales solo los tengo con el Madrid y el Numancia, que es mi gran casa», concluye.