Griezmann despierta para mantener las remotas posibilidades del Atlético (2-0)

Ganó al fin el Atlético con un gol extraordinario de Griezmann y otro de Gameiro, pero parece abocado sin remedio a quedar apeado de la Champions y caer a la Europa League, magro consuelo para un equipo acostumbrado en las últimas temporadas a batirse el cobre en las alturas de la la primera competición continental.

Después del 0-4 del Chelsea al Qarabag, pensar que el equipo azarí puede importunar a la Roma en el Olímpico en la última jornada de la fase de grupos y abrir así el horizonte a los rojiblancos con una última posibilidad de ganar en Londres suena a una auténtica quimera.

Se tiene que conformar de momento el equipo madrileño con haber reencontrado la magia de Griezmann, que decidió el choque con una maravillosa chilena en el minuto 69 y una asistencia a su compatriota un cuarto de hora hora más tarde, después de haber corrido graves riesgos de cosechar otro resultado decepcionante en el Wanda Metropolitano.

Desequilibrio defensivo

Con el ánimo encogido por la goleada del Chelsea, el equipo rojiblanco intentó sobreponerse para encarar a la Roma con el objetivo de asegurar al menos su participación en la Europa League, pero solo las buenas intenciones no bastan en situaciones como la que atraviesa el Atlético, que comenzó el partido ciertamente desequilibrado en defensa. La presencia de Thomas como lateral derecho en lugar de Juanfran, lesionado de última hora, abrió una autopista a Perotti y a Kolarov que bien pudo arruinar del todo las esperanzas locales nada más empezar.

Sin ninguna claridad en el centro del campo para dinamizar y afinar la ofensiva, con escasa profundidad por las bandas, la brega de Torres, Carrasco y Griezmann, bien recibido por el público, no dio para arañar en todo el primer tiempo a la defensa romana, que solo se vio sorprendida por un tiro a gol de Augusto a cinco minutos del descanso. Entró el balón, desviado por un defensa, pero el árbitro lo anuló por mano previa, aunque involuntaria, del argentino en un despeje de Nainggolan.

Despertar rojiblanco

A la vuelta del intermedio, el centrocampista belga estrelló el balón en el palo antes de que Griezmann diera la luz en el equipo rojiblanco. Aunque fue más bien Correa, sustituto de Augusto, quien lanzó al Atlético hacia la ansiada victoria. Impidió en una contra que la pelota se marchara por la línea de fondo y habilitó de paso al delantero francés, que se sacó de la chistera una chilena gloriosa para batir a Alisson (m. 69). Después sacó el tiralíneas para meter hacia Gameiro, quien regateó al portero y marcó con poco ángulo (m. 85).