LA MODALIDAD DE NIEVE MÁS ESPECTACULAR

El fórmula 1 del esquí

Ricardo Adarraga es el único español que cultiva el Kilómetro Lanzado (KL), la prueba más veloz sin motor Tiene su récord en 213,56 km/h y compite este fin de semana en Andorra

JOAN CARLES ARMENGOL
BARCELONA

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A más de 200 kilómetros por hora sobre unos esquís, cualquier movimiento corporal superior a un parpadeo puede ser letal. Ellos lo saben y, sin embargo, su pasión por la nieve y la velocidad les lleva a dispararse sin pestañear por pendientes con un desnivel del 100% (45 grados, para entendernos) en busca de la mayor velocidad posible. El Kilómetro Lanzado (KL) es la prueba más veloz sin ayuda de un motor y la modalidad más exigente del esquí. Y la primera vez en que la Copa del Mundo recala en los Pirineos (hoy y mañana en Grandvalira, Andorra), el único español que la cultiva, Ricardo Adarraga, será uno de los protagonistas.

Pese a su anonimato, Adarraga no es un deportista cualquiera. Tiene 47 años y se gana la vida como ingeniero desoftwareen Alemania. Pero su pasión por el deporte (heredada de su padre, Juan Bautista, explusmaquista español de atletismo de 400 a 1.500 metros), combinada con sus dotes de investigador tanto del cuerpo como de la mente, le ha llevado a explorar los límites. Los suyos se sitúan de momento en los 213,56 kilómetros por hora que registró en Verbier (Suiza) en el 2010. El récord del mundo de velocidad lo tieneIl Professore, el invencible italiano Simone Origone, con 251,397 km/h (2006, en Les Arcs, Francia), y el de mujeres, la sueca Sanna Tidstrand (242,590 km/h en el 2006, también en Les Arcs). Los dos están en Andorra.

Adarraga, de madre suiza (Schmid, se llama de segundo), nació en Barcelona; a los dos años se trasladó con su familia a Madrid; a los 19 fue a estudiar a Alemania, donde acabó casándose con Anke, tuvo dos hijos y se afincó en Heidelberg. Su proximidad con Austria le permite entrenar a menudo con el equipo de esquí alpino de aquel país. Pero los 120 km/h que alcanzan con la indumentaria de descenso no le basta a unklistacomo Adarraga, que quedó prendado con esta modalidad cuando un amigo le invitó a Les Arcs en el 2001. El coche se le estropeó y viajó a Francia en moto. Llegó congelado, pero al día siguiente ya bajó a 176 km/h... con esquís de descenso.

El material que utiliza ahora es radicalmente distinto, casi de ciencia ficción. Los dos larguísimos esquís, de 2,40 metros, pesan 15 kilos. El mono -«parece sacado de unsex shop»,bromea Adarraga- es de látex duro, no deja pasar ni una molécula de aire y se adapta al cuerpo de tal manera que el esquiador tarda 15 minutos en ponérselo, y con ayuda. El casco, fabricado por una firma de escafandras, es parecido al de los ciclistas de contrarreloj. Los bastones, muy curvados, se adaptan al cuerpo. Y los alerones de detrás de las botas, que evitan remolinos que lastren la velocidad, son obra del propio esquiador tras muchas horas de estudio. Raspar, cepillar y encerar los esquís antes de una prueba puede llevar tres o cuatro horas.

«Lo importante es mantenerse compacto y dejarse llevar por la fuerza de la gravedad. A partir de los 160 km/h ya no importa tanto la capacidad de deslizar como la posición aerodinámica», explica Adarraga, un maniático tanto de los estudios aerodinámicos como de los aspectos psicológicos. Y es que sabe que, en este deporte, «la mente es el músculo más importante».

La mente es la que permite controlar el factor miedo. Lo explica:«El miedo existe en este deporte, pero no es algo malo, sino algo que te protege. Sortearlo es lo bonito del Kilómetro Lanzado. Yo elcanguelo lo tengo abajo, antes de competir. Pero cuando estoy arriba me entra una calma enorme, sublime, que me anula el miedo. Solo pienso en lo que tengo que hacer: la línea a seguir, cómo llevar los esquís bien planos, la resistencia del aire... Entonces dejamos que las fuerzas de la naturaleza tomen el control».

Vea el video de Ricardo Adarraga en

http://www.e-periodico.es