Fernando Alonso rompe el motor en las 500 millas de Indianápolis

El piloto asturiano se ha retirado a falta de 21 vueltas para el final de una carrera ganada por el japonés Takuma Sato

Fernando Alonso, durante su primera parada en boxes en la carrera de las 500 millas de Indianápolis.

Fernando Alonso, durante su primera parada en boxes en la carrera de las 500 millas de Indianápolis. / AP / SAM RICHE

MIGUEL MARTÍNEZ / INDIANÁPOLIS (Enviado especial)

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Como en la F-1. Igual. También su McLaren-Honda de Indianápolis se ha roto. Fernando Alonso, que intentaba convertirse en uno de los debutantes que ganaba las 500 Millas de Indianápolis, ha tenido que abandonar por rotura de su motor Honda cuando restaban solo 21 vueltas de las 200 de las que consta la carrera. Oriol Servià tuvo que retirarse también después de verse involucrado en un accidente múltiple. La carrera ha sido ganada por el expiloto japonés de F-1 Takuma Sato, del equipo Honda.

Alonso, que había sabido mantenerse en el grupo de candidatos a la victoria, pues empezó las últimas 30 vueltas, decisivas, en el grupo que aspiraba a la victoria, ha tenido que aparcar su coche en su box al oír el estallido de su motor Honda, el mismo que le ha dejado tan tirado en el Mundial de F-1.

La verdad es que la carrera de Alonso, que fue líder durante buena parte de las 500 Milas, fue excelente, al igual que la del catalán Oriol Servià, que también aspiró a la victoria hasta el final de la prueba.

"Ha sido una pena. Me he sentido muy bien durante la carrera e incluso he podido liderarla algunas vueltas. No sé en qué posición habría terminado. Merecía al menos acabarla", dijo Alonso. El asturiano ha afirmado que le encantaría regresar a la prueba otro año. "Me lo he pasado estupendamente. Ha sido una experiencia muy divertida. Si vuelvo otra vez ya conoceré mejor cómo va y será más fácil", comentó sonriendo.

Takuma Sato se impuso en la última vuelta en un final apretado por delante del brasileño Helio Castreneves. Sato ganó en su octava participación y es el primer japonés en lograrlo de la historia. "Me siento increíble", afirmó tras beber la leche como manda la tradición. "Al final he apretado a fondo y lo hemos conseguido", manifestó feliz.

ESPECTACULAR ACCIDENTE

En un principio, la carrera pareció muy pacífica, en el sentido de que no había incidentes. Así transcurrieron las primeras 50 vueltas de las 200 de la carrera. Pero, de pronto, se produjo un accidente impresionante, escalofriante, cuando Jay Howard perdió el control de su coche, cruzó la pista y Scott Dixon, el ‘poleman’, uno de los grandes favoritos a la victoria, se montó encima de su rueda izquierda trasera y despegó de la pista como si fuese un caza del ejercito de EEUU, volando, volando, elevándose por los aires, estrellándose contra las vallas interiores del óvalo y aterrizando en el asfalto con contundencia.

Howard y Dixon salieron totalmente ilesos. No solo eso, Dixon declaró, de inmediato, que “cuando vi a Jay, soñaba que se quedase pegado al muro, pero cruzó la pista y no pude evitarlo”. Increíble, de verdad.

A los accidentes de Howard y Dixon le siguieron, luego, a intervalos dos parones más, por culpa de otros accidentes, eso sí, algo menos espectaculares y peligrosos, protagonizados por Conor Daly y Buddy Lazier, que volvieron a ralentizar la carrera, reagrupado los cinco o seis coches que peleaban por la victoria y provocando cierto temor en los equipos y pilotos, pues el retraso hacía que la lluvia se fuese acercando poco a poco. Al final, no cayó agua y Sato culminó su gran día de gloria.