Un Espanyol práctico se lleva una valiosa victoria

No enamoró el Espanyol pero se llevó el triunfo. Con un juego serio y eficaz pero poco convincente, el equipo perico doblegó al Getafe (1-0) tirando de practicidad. Los blanquiazules sumaron el cuarto triunfo de la Liga (todos en casa) y cumplieron el objetivo de acercarse a la zona media. A falta de buen fútbol buenos son los resultados.

El Espanyol recuperó el camino de la victoria después de dos tropiezos. Quique Sánchez Flores había calificado el duelo como un punto de inflexión para aclarar los objetivos y el bloque acabó sumando los tres puntos. Nada tuvo que ver el juego con el desplegado, por ejemplo, en la primera parte ante el Valencia, mucho más vistoso y atractivo, pero la conclusión final fue más positiva.

Larguero de Hermoso

No hubo sorpresas en la puesta en escena. Jurado y Hermoso entraron en el once por el lesionado Baptistao y Naldo. Se esperaba un inicio contundente del Espanyol y el equipo comenzó con intensidad y ganas. El empuje, al menos, sirvió para acariciar el gol en dos grandes ocasiones: un zurdazo de Aarón desviado de maravilla por Guaita (m. 7) y un cabezazo de Hermoso en una falta lanzada por Piatti que se estrelló en larguero (m. 10).

Tenía buena pinta el partido pero pronto empezó a oscurecerse el panorama. El centro del campo blanquiazul no carburaba y el Getafe se sentía cómodo. Mucha fortuna tuvo el Espanyol en una jugada decisiva que no supo culminar el veterano Jorge Molina. Un error de David López abrió el camino a Ángel, que cedió al exdelantero del Betis. El central perico subsanó su fallo inicial evitando el tanto bajo palos (m. 23). 

El RCDE Stadium registró la peor entrada de la temporada en otro lunes: 11.756 espectadores

Fue una acción casi milagrosa que pudo costar muy cara al conjunto local, que se mostró espeso. La afición, incluso, silbó a sus jugadores a la media hora. En la peor entrada de la temporada (solo hubo 11.756 personas en Cornellà) el equipo debía ofrecer más. La cifra de asistencia llenó de razón a la entidad en sus protestas por los horarios. Una jornada después reunir a más de 25.000 espectadores, el domingo por la tarde ante el Valencia, el estadio volvió a contar con demasiadas sillas vacías. Quizá sea peor el jueves en la vuelta de la Copa contra el Tenerife.

La sociedad de siempre

La segunda mitad empezó como la primera, con otro zurdazo de Aarón, el mejor blanquiazul. Quique situó a Marc Navarro por Javi Fuego, que tenía una amarilla, y ubicó a Víctor en la medular. Cala se jugó la segunda amarilla en una acción sobre Sergio García y Piatti apareció para colgar un balón con su zurda de seda.

Gerard Moreno culminó la jugada con un remate sutil a la red (m. 55). El Espanyol vencía con sus protagonistas de siempre, esa sociedad formada por el extremo argentino y el punta de Santa Perpètua, los hombres más productivos y vitales del ataque.

El choque se encontraba en el punto preferido de Quique, con el equipo por delante y dispuesto a defender el tesoro con todos los medios posibles. Así fue. El Espanyol se fortificó con tenacidad en busca de un contragolpe para sentenciar.

Pau cerró con llave de nuevo su portería y atajó los intentos de Djené (m. 73) y Molina (m. 84), mientras Gerard volvió a poner a prueba a Guaita (m. 74). Supo sufrir el Espanyol, que acabó llevándose un valioso triunfo en un partido discreto pero efectivo.