LA JORNADA DE LIGA

Derrota con orgullo del Espanyol en el Pizjuán

Un gol de Aspas en el último suspiro tumba al conjunto blanquiazul, que plantó cara al Sevilla pese a jugar con 10 más de 50 minutos

RAÚL PANIAGUA

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El Espanyol ha estado a punto de prolongar el subidón de la Copa con otro resultado heroico en la Liga. Solo le han sobrado unos minutos (3-2). El equipo de Sergio González ha perdido en el Pizjuán pero ha plantado cara al Sevilla, que se ha visto beneficiado por el árbitro en una decisión clave. González González perdonó la roja a Beto en la jugada del 0-1 perico, expulsó luego merecidamente a Casilla y el Espanyol jugó más de 50 minutos con 10. Pero jamás se rindió. El equipo está en estado de gracia y ha acariciado un empate de oro en una demostración de casta y orgullo. Iago Aspas lo ha evitado.

Después del tremendo duelo del jueves, en el que el Espanyol sobrevivió en la caldera del Pizjuán con bravura, se esperaba un encuentro diferente en la Liga. Era comprensible una cierta desconexión tras una épica resistencia. El Pizjuán no estaba lleno y la presión de la afición fue menor que el jueves, pero las urgencias del Sevilla acabaron decantando el choque en el tramo final.

Comenzó el pulso con alineaciones novedosas. Había, quizá, más figuras en el banquillo que en el césped. De inicio, Sergio dio descanso a su gran estrella Sergio García. También al central Álvaro, que acumulaba muchos minutos, y a dos futbolistas en plena forma: Caicedo y Lucas VázquezEmery, mientras, se cargó de un plumazo a DeulofeuDenis Suárez Bacca, tres titulares de la Copa que no estuvieron a la altura.

El Sevilla no estaba dispuesto a completar una nefasta semana tras la derrota ante el Valencia, su principal rival por la cuarta plaza de la Champions, y el KO de la Copa. El equipo andaluz es el único de la Liga que no ha perdido en casa, con ocho victorias y tres empates. El Espanyol, que solo ha sumado cinco puntos lejos de Cornellà, es el peor visitante. Es la asignatura pendiente del bloque de Sergio, solvente ante su afición y gris a domicilio. El técnico apostó por un 4-1-4-1, con Cañas por delante y Víctor Sánchez en la derecha, apoyado por Abraham Salva Sevilla como peloteros.

LESIÓN DE MORENO Y ROJA A CASILLA

Con el capitán y el ariete ecuatoriano en el banquillo, Stuani fue la referencia arriba. En los andaluces, ese rol quedó para Iago Aspas, que se cogió un enfado tremendo por no participar el jueves. La prensa sevillana tituló con ironía al día siguiente que el delantero gallego fue «el mejor del partido» ante el Espanyol. Ahora podrían repetir perfectamente la misma idea, ya que Aspas acabó siendo el héroe del triunfo con un gol letal.

Kiko Casilla evitó un tanto de Arribas (m. 13) justo antes del penalti de Beto sobre Salva Sevilla. Aunque el control se le fue un pelín al centrocampista, la acción parecía una roja evidente. El colegiado de Ponferrada solo le mostró la amarilla. Stuani transformó la pena máxima en la primera aproximación de los pericos. El contexto era perfecto para el cuadro catalán, pero el Sevilla, lejos de agrietarse por la tensión, inició una avalancha con ocasiones de Carriço (m. 17) y Aspas (m. 20).

Se mascaba el empate y llegó en un genial disparo de Diogo, el mismo que marcó el jueves. Un tiro lejano y envenenado (m. 26) del lateral sorprendió al meta catalán. Héctor Moreno se marchó lesionado con una sobrecarga en los isquios y Vitolo completó la remontada en un error de Cañas bien aprovechado por Aleix Vidal (m. 35). En menos de 10 minutos el Sevilla desnudó al Espanyol, que perdió después a Casilla (m. 39).  El portero evitó con las manos fuera del área el 3-1 de Aspas y se fue a la calle. Esta vez el árbitro no dudó. Era roja. La de Beto también.

DOS PALOS

Con 10 (Pau entró por Salva Sevilla) y por detrás en el marcador, no había muchos motivos para ser optimistas, aunque Sergio García entró en la segunda parte para aportar una sonrisa. El capitán acarició el empate en un tiro cruzado (m. 59) en una demostración clara de que el Espanyol no se rendiría. La combatividad y la entrega son características que siempre tienen que ir ligadas al sentimiento perico.

La fortuna acompañó al Espanyol en dos acciones de  Iborra (m. 65) y Aspas (m. 67), que toparon con los palos. En un partido impredecible y loco, Víctor Sánchez empató con un golazo que agitó a la grada local (m. 77). Emery dio entrada a Denis Bacca para evitar otro descalabro. A la desesperada, el Sevilla encontró el triunfo con el gol de Aspas (m. 89) pero el Espanyol siguió luchando. Los pericos cayeron con orgullo. La ilusión de la Copa no la borra nadie.