La jornada internacional de selecciones

Capello no va de boda

Fabio Capello.

Fabio Capello.

JOAN DOMÈNECH
BARCELONA

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La culpa es de este Barça al que admira (desde hace poco). El partido de Copa del Rey adelantado contra L'Hospitalet retrasó el Inglaterra-España a hoy. Si se hubiera jugado ayer, como estaba planeado hace meses, no habría surgido el problena. Un sensible problema familiar. Por culpa del Barça, Fabio Capello no puede asistir a la boda de su hijo Pierfilippo, que se oficia hoy en Milán. Suerte que no se trata de una hija, a la que habría dejado sin acompañante hasta el altar.

No se sentará en el banquillo de la iglesia milanesa, sino en el banquillo de un templo inglés. Pagano, sin embargo. En el de la neocatedral futbolística en que se ha convertido el nuevo Wembley, santuario del fútbol inglés y del barcelonismo, cuna de la primera (1992) y la última (2011) de las cuatro alegrías azulgrana metalizadas en plata.

«Él es, en primer lugar, un entrenador de fútbol. Lo ha sido desde que yo era un niño y a veces su profesión tiene estos requisitos»,explicó Pierfilippo sobre esta nueva ausencia paternal a las que, a sus 36 años, ya debe estar acostumbrado.«Brindaremos por él y esperaremos a que llegue a Italia para que se una a las celebraciones»,añadió el hijo de Capello aThe Independent. Nada puede recriminarle al padre salvo que elija el fútbol a la boda. Todo estaba organizado: el viernes, el partido y el sábado la ceremonia. Por culpa del Barça y del peculiar calendario español, los planes de los Capello saltaron por los aires.

La excusa de la ausencia, al menos, es sólida. Inglaterra se enfrenta a España. Un partido de los grandes. Contra el campeón del mundo se enfrenta Fabio, plagado de jugadores del Barça, componentes del equipo que ha marcado un hito en el fútbol moderno, como afirmó el técnico italiano hace meses:«El Ajax de Cruyff, el Milan de Sacchi y el Barça de Guardiola».

Los elogios reaparecieron ayer para hablar de España, a la que reconoce un indeleble sello azulgrana.«El fútbol de toque del Barça ha sido siempre un estilo ganador, un estilo de escuela»,dijo Capello.