Fiesta en Montjuïc

Unos 75.000 aficionados presenciaron anoche en la avenida María Cristina la victoria deLa Rojacon el histórico gol del barcelonista Andrés Iniesta. Los aficionados, vestidos mayoritariamente con camisetas de la selección, se volvieron locos de alegría cuando Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, entregó la soñada Copa del Mundial a Iker Casillas, el capitán de la selección. Los Mossos d'Esquadra tuvieron que cortar el tránsito en las inmediaciones de la plaza de Espanya

para facilitar que los aficionados pudieran acercarse a la avenida. Algunos aficionados se mojaron en la Fuente Mágica de Montjuïc, aunque la fiesta también continuó en otros sitios de la ciudad, como la plaza de Catalunya y Canaletes. La gente también vestía camisetas del Barça, en honor de Iniesta, el goleador de la final. Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) decidió prolongar una hora el servicio del metro a fin de facilitar la movilidad de estos barceloneses.

Todas las ciudades españolas corearon el gol del jugador barcelonista. Desde la plaza del Pilar, en Zaragoza, pasando por el estadio de Mestalla en Valencia; en la plaza Mayor, de Valladolid, en la plaza del Castillo en Pamplona o en la plaza de la Cibeles y en Neptuno, en Madrid. Unos 200.00 aficionados corearon el gol de España en la segunda parte de la prórroga que vieron en las cuatro pantallas gigantes que el ayuntamiento de Madrid colocó en Recoletos. La gente colapsó el centro de Madrid, desde la plaza de la Cibeles hasta la plaza de Colón al grito de «campeones, campeones» y recordando el acierto del pulpo Paul. O en la puerta del Sol.

SABOTAJE / Decenas de miles de andaluces también festejaron el triunfo español por las calles de Sevilla. Algunos se dieron un baño en la fuente existente en la Puerta de Jerez. Otros se lanzaron al río Guadalquivir. En Málaga también vieron la final en la plaza de toros, al igual que en Jaén.

Miles de aficionados siguieron el juego de la selección en varias localidades del País Vasco. Vitoria ha sido la que congregó a un mayor número de personas, que llenaron la plaza de España. En Bilbao, cuyo Ayuntamiento acordó en pleno no colocar ninguna pantalla, más de un millar de personas abarrotó la plaza Moyua. En Barakaldo, única localidad vizcaína junto a Ermua en la que se había colocado una pantalla, se produjo un sabotaje que dejó sin suministro eléctrico la instalación en el minuto 76.