FESTIVAL

El concurso de Sitges sorprende con dos arriesgadas películas europeas

PREMIO A LA LEYENDA 3 El productor y director Roger Corman y su esposa, Julie, recibieron anoche el premio María Honorífica por su carrera.

PREMIO A LA LEYENDA 3 El productor y director Roger Corman y su esposa, Julie, recibieron anoche el premio María Honorífica por su carrera.

JULIÁN GARCÍA
SITGES

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Tras el temporal de los días precedentes, se hizo ayer la calma en el festival de Sitges. Una calma, sin embargo, extraña. De golpe, desapareció todo: el público, los invitados, los artistas. Tanto silencio repentino dejó la jornada impregnada de una cierta sensación de irrealidad, rematada con el desconcierto que causaron las extrañas películas proyectadas ayer en la sección oficial a competición: la ucraniana My joy, de Sergei Loznitsa, y la turco-búlgaraKosmos, de Reha Erdem. Dos filmes extremos y arriesgados, vinculados al género fantástico a un nivel más simbólico que orgánico, pero que, en cualquier caso, elevaron el nivel del concurso, especialmente el estremecedor relato de terror social presentado por Loznitsa.

My joy es una compleja road movieal corazón de las tinieblas del pueblo ruso. Viajamos con el conductor de una destartalada camioneta de reparto que recorre carreteras secundarias de la Rusia profunda y que, tras perderse en el camino, acabará en las mismísimas entrañas del terror: las de un país desnortado y desamparado, repleto de lobos humanos y muertos vivientes. Hablamos metafóricamente, por supuesto, pero el nivel de crudeza, espanto y atrocidad que destilan todos y cada uno de los personajes que desfilan por el relato (putillas adolescentes, policías chungos, militares estúpidos, lugareños asilvestrados) es simple y llanamente sobrecogedor. Terror puro.

La enigmática secuencia inicial de My joyya nos revela por dónde van los tiros: un hombre es lanzado a una fosa y enterrado bajo toneladas de cemento sin más explicaciones. Nunca se sabe quién es ese hombre, ni por qué está ahí. Loznitsa no explica nada: como magnífico documentalista que es, deja a la cámara observar con parsimonia naturalista, para relatar la devastación moral y humana de un país a la deriva, víctima todavía del peso de su historia reciente.

ABSTRACCIÓN POÉTICA /Kosmostampoco es un filme fantástico, pero juguetea con el género a través de la abstracción poética y, sobre todo, la singular naturaleza de su protagonista: un ladrón, Kosmos, que llega a un pueblo fronterizo entre Turquía y Rusia, donde se están realizando unas maniobras militares, y devuelve la vida a un niño ahogado. El tipo es rarísimo, entre excéntrico, retrasado, psicosocial y chamán milagroso, que ofrece a los habitantes del pueblo extravantes charlas sobre la vida, Dios y el universo, y se comunica con la chica a la que ama (clavadita a Charlotte Gainsbourg) mediante ladridos.

A ratos fascinante, a ratos irritante,Kosmoses una extraña fábula sobre la libertad, sobre la relativización de las normas sociales, en estos coléricos tiempos. El filme de Reha Erdem destila tal carga poética y simbólica que a este cronista le costó lo suyo metabolizarla.