El diablo reencarnado

Un tipo de lo más normal se levanta un día con resaca tras una noche de juerga y descubre que le han salido cuernos, cuernos de diablo. Y descubre que tiene un poder: todo el que se le acerca no puede evitar contarle sus pensamientos más inconfesables. Así empieza la trama deCuernos(Suma), segunda novela de Joseph Hillstrom King, más conocido como Joe Hill, seudónimo con el que se ganó el respeto como escritor de terror antes de que se descubriera que comparte apellido y profesión con el archifamoso y prolífico Stephen King.

Durante 10 años escondió quién era su padre pero no le importa que le pregunten por él. «Yo le enseño lo que escribo y él me da su opinión. Tenemos una buena relación», explica, recién llegado de Madrid, un desenfadado Joe Hill. Tiene 38 años y derrocha tanta ironía y humor negro en persona como en el libro. Mientras acaricia divertido los largos pelos de la alfombra verde de la cafetería de un hotel barcelonés, cuenta cómo venía ensayando en el tren la cara de zombi que esa misma noche, la del viernes, pensaba poner en la marcha de muertos vivientes del festival de cine fantástico de Sitges, cuyo cartel celebra precisamente los 30 años deEl resplandor, de Kubrick, basada en la novela de su padre.

«Al principio ser anónimo era fácil, nada ayuda más a mantener el anonimato que fracasar», asegura. Pero, tras los relatos deFantasmas,la gente empezó a atar cabos: «'Se parece un poco a Stephen King, no?', decían. Además, mi padre dedicóEl resplandora Joe Hill». La revistaVarietylo destapó, luego llegóEl traje del muertoy ahoraCuernos, libro prohibido para quienes tengan fobia a las serpientes (a él le gustan), con banda sonora -«el rock and roll es la música del diablo»- y con mucho humor (viste al demonio con faldita azul). «Hay una frontera muy difusa entre el terror y el humor. Hay niños que tienen como héroes a deportistas o cantantes. A mí me gustaban los personajes asquerosos de las pelis de terror, los alienígenas, el que llevaba el hacha en la cabeza... Son como chistes de humor negro. No hay tanta diferencia entre lo que nos hace gritar y lo que nos hace reír». Y enCuernos, «el diablo se ríe de la humanidad» y Hill lanza reflexiones teológicas como esta: «Si Satán castiga a los pecadores y Dios prohíbe el pecado ambos juegan en el mismo equipo. En la Biblia no está tan claro que la serpiente del Edén sea Satán. ¿Por qué Dios no iba a querer que hubiera humanidad en el mundo? Sin no existiera el mal, qué valor tendría escoger el bien?».

Pensamientos oscuros

Hill muestra la hipocresía humana. «Toda persona tiene pensamientos oscuros. Todo el mundo ha hecho algo que lamenta. Quienes no se arrepienten son los sociópatas. En el libro hay uno, es el que más miedo da». ¿Un secreto confesable? «De niño robé en una librería un libro sobre trucos para ganar un videojuego. Nunca gané».

«Cuernosson tres novelas en una -explica-, una historia de terror, de un tío que se vuelve diablo; una historia del primer amor; y una historia de crimen, de un personaje depravado y perverso. Esta es una exploración psicológica de cómo uno se convierte en sociópata». Para ello estudió a sociópatas célebres, que, afirma, tienen lesiones cerebrales y son uno de los motivos por los que existe el mal en el mundo.

Concluye: «Es un libro un poco asqueroso. A ver, es feo. Supongo que yo y quienes les guste iremos al infierno». ¿Palabra de diablo?