entrevista con el Director

Harald Zwart: «Mi 'Karate kid' es diferente»

Jaden Smith, hijo de Will Smith, se puso a sus órdenes para protagonizar la nueva versión del éxito ochentero 'The karate kid'

OLGA PEREDA
MADRID

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-El protagonista de la película, Jaden Smith, acaba de cumplir 12 años. ¿No le parece un poco peligroso que aparezca casi sexi y luzca tantos musculitos en la película teniendo en cuenta que es un niño?

-No, en absoluto. Hace 15 años a lo mejor hubiera sido diferente en ese sentido. Pero ahora creo que es normal. No pasa nada. Además, los niños que se dedican a la interpretación están muy protegidos por las leyes.

-El niño es hijo de Will Smith y su esposa, Jada Pinkett. Ambos han ejercido de productores. ¿Se ha entendido bien con ellos?

-Por supuesto. Ambos son muy creativos y, sobre todo, creen en el director. Al principio lo pasaron mal porque no debe ser fácil ser productor y padre del protagonista al mismo tiempo, pero después se relajaron un poco. Fueron muy divertidos y nos motivaron mucho durante el rodaje. Nunca decían que no a nada. Siempre nos animaban a intentar lo que fuera.

-La película es una adaptación de una cinta convertida ya en icono. ¿Le supuso mucha presión?

-Nuestro objetivo no ha sido realizar una película mejor que las anteriores, sino diferente.

-Su nombre se impuso al de otros directores que también querían el proyecto.

-Yo vencí después de mostrar al estudio mi vena artística. Me fui a una tienda de trenes y compré uno. Cuando entré en el despacho de los productores apagué las luces y les hice una escena artística. Les gustó y aquí estamos.

-Jackie Chan recoge ahora el testigo de Pat Morita.

-Cuando hablé con él por la película estaba volcado en realizar donaciones por el terremoto que había ocurrido en China. Estaba emocionado y me di cuenta de que su corazón era enorme y de que podíamos ir muy lejos con su personaje. Ahí mismo analizamos lo oscuro y profundo que podría ser el señor Han.

-De hecho, The karate kidmuestra por primera vez la vena dramática de Jackie Chan, un actor que siempre ha combinado las artes marciales con el humor.

-Sí, hay una escena muy emotiva. Me conmoví con la primera toma. Todos quedamos impresionados.

-También tiene otra escena muy dura, cuando mantiene una pelea con los niños enemigos.

-Esa escena estuvo muy cuidada desde el punto de vista de la coreografía. El personaje de Jackie Chan no pega a los chavales. Él solo pone los brazos, los bloquea y hace que sean ellos los que se peguen a sí mismos.

-Rodaron en China. ¿Les fue bien?

-Muy bien. No sentí limitaciones y hubo cooperación desde el principio con la gente de allí. Además, nuestro objetivo era enseñar China, sus tradiciones y sus valores. Es un país con una larga tradición cinematográfica y entendían nuestras necesidades en el rodaje. Si había que subir cámaras a sitios complicados, los hacíamos. Eso sí, la gente asaltaba a Jackie Chan como, en su época, lo hicieron con los Beatles. Era una locura y, a veces, le decía que se escondiera (risas).