UNA HISTORIA DE CIUTAT VELLA

El último aplauso del teatro Arnau

El único teatro de barraca que queda en Barcelona afronta la amenaza de derribo después de haber sido la llama que iluminó el Paral·lel un siglo

En estado de ruina 8El teatro Arnau, hace unos días.

En estado de ruina 8El teatro Arnau, hace unos días.

BEATRIZ PÉREZ / BARCELONA

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Ubicado en la plaza de Raquel Meller, entre las calles de L'Abat Safont y Nou de la Rambla, el Teatre Arnau, cuyo origen se remonta a 1893, es todavía hoy la puerta que conecta el Raval con el Paral·lel. "Inicialmente funcionaba como una taberna. Pero en 1903, lo compró el comerciante Jaume Arnau, quien lo decoró con adornos y focos, en la línea del Paral·lel de la época. Él lo convirtió en teatro", cuenta Enric H. March, representante de Salvem el Teatre Arnau, plataforma que no quiere que se derribe el edificio, como defiende hacer el ayuntamiento por su estado de ruina. El Arnau es el único teatro de barraca (con estructura de madera) que subsiste en Barcelona.

A principios del XX, varias circunstancias situaron en el mapa al Arnau. La primera: la actuación en 1911 de la cantante, cupletista y actriz Raquel Meller (quien dio nombre a la plaza). La segunda: el carácter cosmopolita que, durante la primera guerra mundial, adquirió el Paral·lel, que se llenó de teatros y barracas de feria,y prostitución y drogas. "El Paral·lel se convirtió en el Broadway europeo", asegura March. París es el referente, el barrio se afrancesa y el Arnau se llamará Folies Bergère de 1915 a 1930.

STRIPTÍS

Además, en la década de los 30 se convierte en cine y no es hasta los 70 cuando vuelve a convertirse en teatro. En 1983, actúa en él la actriz y vedete, especialista en estriptís, Christa Leem. Nueve años después, en 1992, Sara Montiel presentó desde el Arnau el programa Ven al Paralelo, emitido por TVE.

"Pero sin duda, la actuación más sorprendente que acogió el Arnau fue Chicago en 1997", explica Toni Oller, presidente de la Associació pro Teatre Talia Olympia (ambas entidades del Paral·lel). "Fue la primera vez que se estrenaba esta obra en España y se hizo en catalán", rememora Oller.

Pese a estos éxitos, desde los 80 el teatro vive diferentes altibajos y cierra en junio del 2000. El 2010, el ayuntamiento se lo queda. "El valor del Arnau es sobrevivir como El Molino o el antiguo Español, ahora Barts", concluye Júlia Costa, del Centre de Recerca Històrica del Poble Sec.