La 'droga digital' I-Doser no genera efectos de estupefacientes

La Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias (FEPAD) ha cuestionado que las I-Doser, conocidas como nuevas drogas digitales en forma de archivos sonoros, produzcan los mismos efectos que una sustancia adictiva tradicional y las ha calificado de "fraude".

En un comunicado, la FEPAD, que está realizando un estudio sobre este fenómeno, ha explicado que es un programa que permite al usuario descargarse un archivo (I-Doser), que supuestamente simula los efectos de determinadas sustancias adictivas, como el cannabis o la cocaína.

Sesiones de hasta 30 minutos

Según el estudio, coordinado por la profesora de Psicología de la Universidad de Valencia, Marisa García-Merita, y cuyos resultados se presentaron en la segunda Jornada sobre Adicciones Sociales ADICION-OFF, se trata de sonidos de alta intensidad que no producen alteraciones en la conciencia del usuario, y por lo tanto no causan efectos similares al consumo de drogas.

En este primera fase del estudio han participado seis investigadores sobre una muestra de cuatro dosis diferentes de I-Doser y todos han coincidido en que su consumo no produce ninguno de los efectos que se describen en la web y que supuestamente deberían ser los mismos que produce sobre el cuerpo y la conciencia la marihuana, la cocaína, el LSD, o el Nitroso.

Según los expertos, el único efecto que producen estos archivos sonoros son un dolor de cabeza muy fuerte y malestar, ya que se trata de un ruido continuado y de diferente intensidad que se prolonga hasta 30 minutos en algunas sesiones o dosis.

Personas psicológicamente estables

Sin embargo, tampoco descartan que un uso continuado pueda provocar daños auditivos o generar efectos más graves, como ataques de epilepsia en personas con algún foco irritativo. Han detallado que la dosis denominada I-cocaína, cuyo precio es de 3,75 dólares (unos 2,75 euros) en la red, se califica en la web como "muy fuerte" y un usuario del foro la describe como "30 minutos de euforia pura", cuando en realidad se trata de un ruido muy molesto "similar al que produce una taladradora de cemento en la calle".

Lo mismo ocurre, han explicado, con otras dosis como la I-Marihuana (4,75 dólares, unos 3,5 euros), que lejos de simular "todos los efectos de la hoja sin humo" es más bien un ruido similar a las interferencias de un televisor o la I-LSD, que por 4,50 dólares (unos 3,3 euros) "te somete durante 30 minutos al ruido de las turbinas de un avión". Con ninguna de las dosis se han detectado cambios en los niveles de conciencia ni alteraciones en la percepción de las cosas ni cambios emocionales ni físicos en los investigadores que han consumido I-Doser, según FEPAD.

Está previsto que en una segunda fase, el estudio se realice sobre una muestra de personas "psicológicamente estables" de diferentes edades y sexos, para finalizar en una tercera fase con grupos de riesgo formados por individuos sensibles a los efectos de las drogas.