Un futuro de playa y cielo

Marc Soler en la Volta 2017

Marc Soler en la Volta 2017 / nas

SERGI LÓPEZ-EGEA

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Tradicionalmente la cantera ciclista española miraba hacia el Cantábrico o hacia la dureza del clima invernal castellano. De ahí procedieron siempre, salvo contadas excepciones, las principales estrellas desde la época de Federico Bahamontes (88 años, Toledo), pasando por Luis Ocaña (Priego, Cuenca, 1945, aunque criado en el Val d’Aran), Pedro Delgado (1960, Segovia), Miguel Induráin (Villava, Navarra, 1964), Carlos Sastre (1975, nacido en Leganés y formado en El Barraco, Ávila) y Alberto Contador (Pinto, Madrid, 1982).

De Torrelavega era Vicente Trueba, 'La Pulga', el gran escalador de los Tours de la década de los 30, y también Óscar Freire, tres veces campeón del mundo y siempre poco reconocido en su país. Sin olvidar tampoco a  la lista de figuras vascas (una cantera inagotable que muchas veces no acaba de fructificar).Quizás ha sido Alejandro Valverde, en su eterna juventud de casi 37 años, quien más cerca ha estado desde su Murcia natal de este mar Mediterráneo que riega la carrera deportiva de las tres nuevas estrellas emergentes del ciclismo español: dos catalanes y un mallorquín.

MARC SOLER

El ciclismo que mira ya hacia la próxima década pasa por los pedales de Marc Soler, de sobras conocido en los ambientes ciclistas catalanes, pero que se internacionalizó gracias a su gran papel y a su tercer puesto en la Volta. Un corredor de 23 años, de Vilanova i la Geltrú, del que se diría erróneamente que es muy alto para ser escalador, pero que ya ha demostrado que es capaz de subir montañas al ritmo de Chris Froome o Contador y que además mantiene un comportamiento más que correcto en las contrarrelojes, por lo que las palabras de Valverde pronunciadas en la ronda catalana diciendo que este chico "ganará lo que quiera, incluso carreras de tres semanas", no deben parecer ni extrañas ni falsas.

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DAVID DE LA CRUZ

Pero también esta temporada ha hecho su explosión --un poco mayor que Soler–, otro catalán, David de la Cruz, que iba para atleta hasta que se subió a una bici, y que a sus 27 años ya ha empezado a demostrar su capacidad, tacto y picardía para convertirse en uno de los grandes cazadores de etapas de los próximos años. En la última Vuelta ganó la de Oviedo y se vistió de líder en la ronda española, y en lo que va de año ya ha triunfado en la París-Niza y en la Vuelta al País Vasco.

ENRIC MAS

Atención especial merece Enric Mas, un jovencísimo ciclista de Artà, al norte de Mallorca, que corre en el conjunto belga del Quick Step –el mismo de De la Cruz--. A los 21 años hablan maravillas de él. Y los tres pueden presumir y cantar aquello de "entre la playa y el cielo... porque yo nací en el Mediterráneo".