Alt Penedès

Éxito del plan para adjudicar viviendas públicas vacías

El Alt Penedès logra reducir del 31 al 8% la desocupación de 407 pisos de la Generalitat desde que el Govern inició hace dos años una estrategia para adjudicar las residencias sin habitar

Pedro Vilches, en el piso de su hijo de la avenida de Francesc Macià.

Pedro Vilches, en el piso de su hijo de la avenida de Francesc Macià.

EL PERIÓDICO
VILAFRANCA DEL PENEDÈS

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En estos tiempos en los que disponer de una vivienda digna se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para muchas familias y jóvenes, cobran especial relevancia los resultados que está deparando el plan de choque para adjudicar las viviendas vacías de la Generalitat que se puso en marcha en septiembre del 2011. La comarca del Alt Penedès, donde se ha conseguido pasar de una tasa de desocupación del 31% al 8% actual, es un ejemplo de lo que está ocurriendo en Catalunya.

«La valoración es positiva porque actualmente no hay viviendas dormidas y hemos conseguido llegar al 95% en la media de ocupación», revela Albert Toledo, director de Promoció de l'Habitatge de la Agència Catalana de l'Habitatge, tras destacar  el cambio que se ha producido en comarcas como el Alt Penedès, pero también en toda Catalunya.

La mayoría de las 407 viviendas propiedad de la Generalitat que hay en la comarca están situadas en las poblaciones de Sant Sadurní d'Anoia, Vilafranca del Penedès, Santa Margarida i els Monjos, Gelida y La Granada. Se ha pasado de las 129 que estaban desocupadas cuando se inició el plan a las 34 que había a finales de diciembre, lo que supone un índice de desocupación de poco más del 8%. Todas ellas están en régimen de alquiler, ya que incluso se cambió el régimen de las que también estaban a la venta.

VARIEDAD DE PISOS / La tipología de estos pisos, que en su mayoría fueron construidos entre hace seis y 10 años, es muy variada. En la zona de Sant Sadurní, por ejemplo, hay muchos de una sola habitación, ideales para parejas o personas que viven solas. El objetivo es mantener una media de ocupación que, al menos, se mantenga en el 95%.

La disponibilidad de estas viviendas, no obstante, está sujeta a la movilidad y al proceso administrativo de adjudicación que conlleva, dentro de las posibilidades existentes, para desinflar las listas de espera. Los precios de alquiler, en términos generales, están entre un 30% y un 40% por debajo de los de mercado. Se adjudican, por orden de inscripción en las listas, a las personas con niveles más bajos de renta. En la mayoría de los casos, con ingresos inferiores a mil euros mensuales.

De las 14.000 viviendas en Catalunya que son propiedad de la Generalitat (entre las que son de titularidad del Incasòl y de la Agència Catalana de l'Habitatge), en el 2011 había 3.964 vacías y sin que nadie hubiera iniciado en ellas ningún proceso de adjudicación. «Estaban prácticamente olvidados», insiste Toledo. «El plan de choque supuso un cambio de modelo en la gestión de las viviendas, agilizar el proceso de adjudicación y no tener ningún piso olvidado», detalla.

NUEVAS SOLUCIONES / El plan de choque se ha convertido en un valioso instrumento de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat para abrir nuevas vías en la solución del problema de la vivienda. En el primer año de su implantación lograron entregar las llaves de pisos protegidos a un total de 1.855 familias.

Una de las primeras medidas que se tomaron para llevar a cabo esta iniciativa fue reconventir en pisos de alquiler con opción a compra los que estaban en régimen de compra. Asimismo, se rebajaron los precios para situarlos por debajo de los que ofrece el mercado libre; y, finalmente, habilitaron un sistema más ágil para adjudicación de pisos, con convocatorias permanentemente abiertas.