El alcalde federalista derritió el hielo

El diálogo empezó frío. ¿Por qué dice no a la consulta? ¿Es socialista de las personas o de la banca? Lenta y suavemente, Navarro fue inflexionando el clima. Trufó respuestas a cuestiones políticas con sus vivencias de 10 años como alcalde de Terrassa. Y usó argumentos poco convencionales. Uno, «los pobres no son delincuentes, son solo pobres, y los políticos que no son sensibles es que no conocen el fenómeno». Otro, «hay diversas Españas y diversas Catalunyas. A Churchill le preguntaron qué pensaba de los franceses y por tres veces dijo no pensar nada. Al final adujo que eran muchos y no todos iguales». Cuando se despidió, sacó de una bolsa de plástico (era la víspera de Sant Jordi) una docena de ejemplares de su libro de conversaciones y los repartió. El hielo se había derretido. Quizá no los había convencido pero algo se había movido.

Es la clave del personaje. No le gustan los discursos doctrinales ni es un buen mitinero, pero en grupos -mirando a las caras, como dice que hace un buen alcalde con los vecinos- transmite convicciones y hace razonar.

Tres asuntos. El derecho a decidir, el descrédito de la política y el triángulo banca-paro-recortes. Remachó que el PSC sigue estando a favor del derecho a decidir pero la consulta solo puede ser pactada y legal. Así se ha hecho en Escocia. El acuerdo no es fácil pero es imprescindible (subrayado) para que de verdad (subrayado) haya consulta. Es increíble que la comisión bilateral Estado-Generalitat lleve tres años sin reunirse. «Hay que negociar. A veces con dureza. Pero es inadmisible no hablar y en esto Rajoy y Mas son las dos caras de la misma moneda». Negociar exige saber que el final es «ni tuya ni mía», que hay que ceder algo.

Mayor escepticismo hubo con la reforma federal de la Constitución. ¿Está el PSOE a favor? ¿De verdad? ¿Por qué insistir si el PP, con mayoría absoluta, se niega? ¿Es el federalismo una maniobra astuta para matar la independencia? Respuestas. Con el documento de Granada -lo eleva a tótem- el PSOE ha dado un gran paso porque va mucho mas allá de la oferta de Santillana de Zapatero. La presión del PSC y la negociación con Rubalcaba han sido la clave. Hay que insistir en la reforma, las mayorías pasan y hay políticos del PP mas abiertos que Rajoy. El federalismo no es más astuto sino más inteligente. La independencia nos alejaría de Europa. En el mejor de los casos nos dejaría a merced de los grandes. El PSC nunca fue independentista y no renuncia a influir en España. Exhibe que por coherencia -no por gusto, y por eso no había pasado en 35 años- el PSC votó dos veces distinto del PSOE en el Congreso.

Los políticos no lo han hecho todo bien. La corrupción está ahí, pero no es mayoritaria. Hay que reaccionar. Agravar penas, impedir la prescripción del delito, prohibir los indultos... Pero un imputado no es un culpable. Cualquiera puede ser citado como imputado si alguien monta una querella con mala fe.

Hay que acercarse a la gente, quitar poder a los aparatos. «Ahora, en el PSC yo no nombro los cabezas de lista, los eligen los ciudadanos en primarias. No es fácil y causa problemas, pero es un esfuerzo que otros partidos catalanes no hacen». Hay que ir más lejos. Le gustaría pactar con Mas una ley electoral con diputados de circunscripción, que dependan de sus electores y no de las cúpulas.

La banca (preferentes) ha abusado, pero es necesaria para el crédito y la economía. Hay que sanearla evitando la especulación y la estafa. Y recurrió al filme de Costa-Gavras El capital, cuando el protagonista banquero increpa a un familiar de izquierdas: «Vosotros hablabais de Internacional, solo eran palabras. Nosotros hemos hecho la auténtica Internacional y por eso mandamos». ¿Cómo cambiar esa realidad? Con estados fuertes que eviten que las cuentas europeas en los paraísos fiscales sumen 10 billones de euros, tanto como el PIB de la UE. No sirven los gobiernos nacionales sino un fuerte gobierno supranacional. Y un hito es que la Eurocámara elegirá por primera vez al presidente de la Comisión. Una razón para votar al socialista alemán Schulz, al que aquí representa la lista de Elena Valenciano. «Otra vez se demuestra que, como dice el título de mi libro, la solución es federal».