Una prostituta de la mafia china se suicidó tras contraer el sida

La explotación más abyecta a solo un tabique de distancia. La organización criminal china que tenía 36 burdeles en pisos de Barcelona y que ha sido desmantelada por los Mossos d'Esquadra obligaba a las mujeres a las que explotaba a ejercer la prostitución en condiciones infrahumanas. Para empezar, las jóvenes debían aceptar mantener relaciones sexuales sin usar preservativo, según explicó el inspector Joaquim Francès, responsable del Àrea de Crim Organitzat. «Una de las jóvenes a las que obligaban a prostituirse sin precauciones se suicidó después de contraer el sida», comentó Francès, que explicó como la banda obligaba a ingerir substancias abortivas traídas de China a aquellas jóvenes que quedaban embarazadas. «Las obligaban a jornadas interminables. Algunas llegaron a hacer ocho servicios de una hora seguidos», añadió este oficial.

La falta de escrúpulos de la banda hacía que no dudaran en explotar a menores. Los Mossos han localizado a seis. Una de ellas es una chica de 16 años que fue captada en Santa Coloma y la denuncia de cuya madre fue clave para las pesquisas.

21 MESES DE INVESTIGACIÓN / La mafia había llegado hacía dos años y medio con la prostitución como cabeza de puente y había conseguido convertirse en la mayor organización criminal china implantada en Barcelona. Tras asentarse con la gestión de hasta 37 prostíbulos ilegales distribuidos en pisos por toda la ciudad, había divesificado su actividad dedicándose al tráfico de drogas (sobre todo ketamina y éxtasis), el tráfico de inmigrantes chinos desde España a EEUU, Canadá y Australia, la falsificación de altísima calidad de pasaportes y la copia de tarjetas de crédito. Además, estaban empezando con la extorsión a compatriotas y habían alquilado una nave industrial para cultivar marihuana.

Para desmontarla ha hecho falta una investigación que ha durado 21 meses pero que ha permitido la detención de 39 personas (de las cuales 32 han ingresado en prisión), entra las cuales se encuentra el principal objetivo: el cabeza de serpiente, que es como se denomina al jefe de una organización criminal china. El jefe de la tríada era un hombre de negocios chino residente en Santa Coloma, propietario de una discoteca y de locales comerciales.

El inspector explicó el funcionamiento de esta organización, típico de las tríadas. «Actúan de un modo muy cooperativista. Cada prostíbulo es autónomo pero hay mucho trasvase de empleados y mujeres. La cúpula se encarga de cobrar y de proporcionar jóvenes», dijo Francès.