Una 'inquilina' con dos pisos

María y Josep tienen alquilados sus pisos a la misma mujer, que los explota de forma ilegal

Proceso largo 8 María Sánchez, frente al piso turístico ilegal de su propiedad (el de la ventana abierta).

Proceso largo 8 María Sánchez, frente al piso turístico ilegal de su propiedad (el de la ventana abierta).

H. L. / BARCELONA

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Los casos de María Sánchez y de Josep Pablo son prácticamente idénticos, con la única diferencia de que Sánchez va unos cuantos pasos por delante (él va por el primer aviso, ella por el tercero). Ambos son propietarios de sendos pisos en la Barceloneta, que alquilan con contratos largos, "para no tener problemas". Hace meses que esos pisos les quitan el sueño. Para más coincidencias, los dos alquilaron el piso a la misma inquilina, mujer que los realquila a sus vez por días en varias webs especializadas en alojamientos turísticos. "Aparece allí con todo el morro, con su foto y todo", se indigna Sánchez, quien no entiende cómo el Ayuntamiento de Barcelona no puede precintar el apartamento si ella se lo ha pedido "hasta cuatro veces". Sánchez alquiló su quart de casa en septiembre del año pasado a través de un agente inmobiliario con un contrato de un año prorrogable. "La inquilina tenía muy buena pinta. Era una mujer rusa que dijo que quería el piso para su hijo", explica Sánchez, quien el pasado abril recibió la primera notificación municipal advirtiéndole de que cesara la actividad turística. Acudió al ayuntamiento con una copia de su contrato, en el que demostraba que ella había alquilado el piso como vivienda habitual. Una cláusula del contrato explicita que el inquilino no podrá subarrendar la vivienda. Pese a sus explicaciones al consistorio, y las que a su vez pidió a la inquilina -quien le prometió que no lo volvería a hacer-, esta siguió con la actividad anunciando el piso en varias webs. Eso provocó que Sánchez recibiera un segundo aviso municipal, esta vez con un aviso de multa superior, que podría llegar a los 90.000 euros si no cesaba la actividad.prosigue la mujer impotente. Pablo explica una situación idéntica con ambos cuerpos policiales.

"Fui a la Guardia Urbana y a los Mossos d'Esquadra a denunciar a mi inquilina para que la echaran, pero me dijeron que no podía hacer nada y que me recomendaban que no cambiará la cerradura, que sería peor",

Volvió a alegar al municipio explicando que ella no tenía nada que ver con la actividad ilegal que se desarrollaba en su piso y que había pedido a la inquilina que le devolviera las llaves, y la administración le respondió que, con la ley en la mano, "la responsabilidad sobre el destino de las fincas de su propiedad es del titular".Tras un tercer aviso municipal, Sánchez contactó con un abogado y envió un burofax a la inquilina anunciando la rescisión del contrato, del que entregó una copia al ayuntamiento sin haber recibido aún respuesta de una ni del otro.

Fuentes municipales aseguran que, una vez confirmado que toda la información presentada por Sánchez es correcta, los avisos de sanciones se derivarán -ahora sí- a la inquilina, quien, hoy por hoy, sigue lucrándose del piso y enojando al tenso vecindario.