MANIFESTACIÓN DE LA IGLESIA SOBRE UNA POLÉMICA CIUDADANA

Sistach llama a no abrir los comercios en días festivos

Una tienda del centro comercial de Glòries abierta en domingo, en enero del 2010.

Una tienda del centro comercial de Glòries abierta en domingo, en enero del 2010.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, terció ayer en la polémica ciudadana sobre la apertura o no de los comercios en domingos y festivos, reabierta en los últimos tiempos al manifestarse a favor varios ejes comerciales de la capital catalana. No es esta última la posición del prelado barcelonés, que en laHoja dominical que ayer se repartió en las iglesias de la diócesis manifestó que la liberalización de horarios comerciales significaría un ataque al «bienestar, la unidad y la estabilidad de las familias».

El arzobispo, en ese sentido, pidió «un esfuerzo para salvar el domingo» frente a la tendencia a abrir los comercios ese día y recordó que la fiesta permite «vivir el día del Señor con la celebración de la fe y el descanso». Martínez Sistach recordó también que del 30 de mayo al 3 de junio se celebrará en Milán, con la presencia del papa Benedicto XVI, el séptimo Encuentro Mundial de las Familias, cita dedicada precisamente a abordar asuntos relacionados con «la familia, el trabajo y la fiesta».

El prelado apeló a las «raíces cristianas de Europa» y aseguró incluso que el descanso dominical «configura nuestra propia identidad». «Todos conocemos la falta de armonía entre la familia y el trabajo en cuanto a los horarios laborales de sus miembros, y cómo eso incide muy negativamente para poderse encontrar y convivir como es necesario para el bien de todos», remató el arzobispo de Barcelona.

DEBATE RECURRENTE / En los últimos tiempos, la capital catalana ha vivido un debate recurrente sobre los horarios comerciales. El 29 de marzo del 2010, EL PERIÓDICO puso el tema sobre la mesa al informar de que importantes áreas comerciales de la ciudad como el Eixample izquierdo (fundamentalmente, las tiendas del llamadoGayxample), la Rambla y su entorno y la calle de Verdi (Gràcia) reclamaban abrir en domingo para aprovechar la demanda asociada a la gran afluencia turística, posibilidad que rechazó la Fundació Barcelona Comerç, que aglutina a los ejes comerciales de la ciudad. Año y medio después, en noviembre del 2011, era el potente eje de Barna Centre quien se sumaba a la petición de ampliar horarios, que consideraba un bálsamo para la caída de la facturación causada por la grave crisis económica.

La anterior administración municipal socialista no veía con malos ojos las iniciativas liberalizadoras, pero oficialmente siempre dijo que solo se sumaría al movimiento si había unanimidad entre los comerciantes. No obstante, el alcalde Jordi Hereu dejó la puerta abierta a hacer excepciones en las zonas más turísticas. A esa misma unanimidad han apelado siempre el gobierno municipal de Xavier Trias y el Govern de CiU por boca delconsellerFrancesc Xavier Mena. El pasado marzo fue el influyente Gremi d'Hotels el que se sumó a las peticiones de abrir las tiendas en festivos. También están por la liberalización parte de los comerciantes del paseo de Gràcia.