Posturas básicas de yoga y sus beneficios

UTTHITA TRIKONASANA (triángulo)

En esta postura el cuerpo forma tres triángulos, conteniendo en ellos a la tríada: cuerpo, mente y espíritu. 

A nivel físico tienes varios beneficios como fortalecer las piernas, estirar la musculatura de las piernas y la espalda y abrir la cadera. También favorece la digestión, incrementa equilibrio físico y mental.

PASCHIMOTTANASANA (pinza)

Las experiencias  y las tensiones del nuestro  pasado se acumulan en los tejidos de la espalda y esta postura nos ayuda liberando esas tensiones retenidas, soltando y relajando los bloqueos con cada exhalación.

Estira los músculos de la parte posterior del cuerpo desde la cabeza hasta los tobillos. Contrae los músculos de la parte posterior del cuerpo masajeando todos los órganos internos.

VRKSASANA (árbol)

En esta postura buscamos la conexión con la tierra y desde allí la elevación del espíritu.

Desarrolla el sentido del equilibrio y, además de su incidencia fisiológica, favorece la concentración y el desarrollo de la atención mental pura.

ARDHA MATSYENDRASANA

En las torsiones, lo órganos pélvicos y abdominales se comprimen y se cargan de sangre. Mejoran la flexibilidad del diafragma y alivian trastornos de la columna vertebral, de caderas e inguinales. La columna se vuelve más flexible, mejorando el flujo de sangre a los nervios espinales, tonificando los órganos internos e incrementando los niveles de energía, aportando tranquilidad a la mente. 

URDHVA DHANURASANA (rueda)

Miedo al futuro y falta de seguridad y confianza nos hace cerrar el pecho y encorvar la espalda. Mediante la práctica de posturas con Urdhva dhanurasana se trabaja la apertura del tórax, se aumenta la flexibilidad y se tonifica la columna vertebral, aliviando los dolores de espalda.

SAVASANA

La postura de relajación, es uno de los ejercicios más importantes de la sesión de yoga. Aparentemente se trata de una postura sencilla, no hay que colocar el cuerpo en una postura a la que no está acostumbrado, ni hay que hacer ningún esfuerzo. La complejidad del ejercicio no está en la forma de la  postura sino en la actitud mental, en poder mantener la mente concentrada en las sensaciones del cuerpo cuando éste está completamente relajado.