El cráter de Botticelli

Precaria rampa de acceso a la plaza de Botticelli, en Horta, este lunes.

Precaria rampa de acceso a la plaza de Botticelli, en Horta, este lunes.

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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La plaza de Botticelli difícilmente aparecería en alguno de los incontables rankings de zonas de visita obligada de la capital catalana. Ni falta que les hace a sus vecinos, que se dieron cuenta de lo mucho que apreciaban ese espacio, hundido en el nudo vial de la avenida del Estatut, en Horta, cuando el anterior gobierno a punto estuvo de cederlo a Mercadona para que lo convirtiera en un aparcamiento. «Aquello fue un susto tremendo; pensábamos que nos quedábamos sin plaza. La alegría cuando logramos parar lo del párking fue tremenda, pero más de un año después de arrancar un compromiso municipal de que arreglarían la plaza no han movido nada», expone Cati Buil, vecina y usuaria de las viejas pistas de petanca del lugar.

La principal queja de Buil y del resto de sus compañeros de petanca, la mayoría jubilados, es la lamentable situación en la que se encuentra la única rampa que da acceso al lugar. «Muchos compañeros que van con bastón ya no bajan por miedo», explica Magdalena Conesa, otra de las jugadoras de petanca, quien destaca la buena convivencia en el singular enclave entre las personas mayores que juegan a petanca y los jóvenes usuarios del rocódromo y de las paredes, lugar de encuentro de grafiteros; otra de las particularidades del lugar.

UN OLVIDO NADA CASUAL

La decadencia de la plaza, que siempre fue un cráter por su situación geográfica, empezó hace algunos años, con la reforma de la avenida del Estatut. «Usaron la plaza como almacén para dejar arena y elementos de la obra. Para ello arrancaron los bajos, cerraron el mejor acceso y se cargaron las escaleras para que pudieran pasar los camiones», relata Paula Mesas, otra de la vecinas en pie de guerra. El problema llegó cuando, una vez finalizada la obra de la avenida, olvidaron reponer los bancos y la zona ajardinada y dignificar la ahora poco accesible rampa. Olvido que no fue casual, ya que la jugada municipal era enterrar la plaza. «Nos enteramos de la cesión a Mercadona cuando eran ya hechos consumados, pero nos organizamos en la Plataforma Salvem Botticelli y logramos pararlo.

El problema es que, después, el compromiso de reformar la plaza de momento ha quedado congelado», apunta Sebas Ribó, vocal de urbanismo de la asociación de vecinos de Horta, quien añade que su principal petición es arreglar la plaza para los esplais y caus de la zona. «Es prácticamente el único espacio que hay para los jóvenes en Horta y hay que mantenerlo y fomentarlo; igual que el rocódromo; es importante que lo regularicen para fomentar su uso. Es uno de los mejores de la ciudad, pero hay que regularizarlo», concluye el líder vecinal, quien, como los usuarios de la petanca, pide también bancos públicos, agua potable -una fuente- y una zona ajardinada «en condiciones».

MARGEN DE CONFIANZA

Roser Vallhonesta, presidenta de la Coordinadora de Entitats d'Horta, comparte las peticiones de los jugadores de petanca y de la asociación de vecinos y muestra confianza en que el nuevo consistorio -«aún aterrizando»- haga suyo el compromiso adquirido por el anterior tras su intensa lucha. «Todavía no hemos podido hablar con el nuevo equipo, pero les damos un margen de confianza. Si no lo hacen, nos tendrán allí. La plataforma para defender la plaza sigue en activo», advierte Vallhonesta, quien añade la necesidad de que haya lavabos públicos en la aislada zona, frecuentada por personas mayores.

Desde el nuevo gobierno aseguran que la plaza de Botticelli es «uno de los puntos que se quieren mejorar durante este mandato». Tras el verano el distrito -ya aposentado- se compromete a retomar el proceso participativo iniciado por el equipo de Xavier Trias tras la larga lucha vecinal, proceso que quedó interrumpido por la elecciones (y el posterior cambio de gobierno municipal).

«Queremos garantizar un buen retorno de las ideas fruto de la jornada participativa y decidir de manera corresponsable con la ciudadanía qué actuaciones se llevan a cabo para dignificar el espacio», asegura una voz municipal, que añade que abordarán el asunto tanto a medio-largo plazo como si es necesario hacer intervenciones «inmediatas provisionales». Medidas que los vecinos coinciden en que deben dirigirse a acondicionar la única rampa de acceso, sin una triste baranda.